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Cuatro razones por las que prohibir el uso de las motos en los episodios de alta contaminación es una mala idea

La nueva delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés – perteneciente a Ahora Madrid – anunciaba que las motos también estarían afectadas por las restricciones al tráfico en los episodios de alta contaminación. El protocolo de actuación ideado por Ana Botella – y endurecido por Carmena – no planteaba la restricción al tráfico de dos ruedas. Sabanés equipara el nivel de emisiones de una moto al de un coche de gasolina. Nosotros contraatacamos con 4 razones por las que restringir también el tráfico de motocicletas es una muy mala idea.

1) Si todos los coches fueran de gasolina, la «boina» sería mucho más pequeña

Todas las motos emplean motores de gasolina de cilindradas bajas. Las scooter de 125 cc son el grupo de motos más vendidas en España.

La famosa «boina» que se ve en el cielo de una gran ciudad en situaciones de alta contaminación atmosférica no sólo es culpa de los vehículos de gasolina. El tráfico rodado es una parte importante del problema, pero no la única: los sistemas de calefacción son responsables de una buena parte de la contaminación, especialmente con la llegada del frío. Si hablamos del tráfico rodado, son los vehículos diésel – con cierta edad – los principales culpables de los altos niveles de contaminación, especialmente los comerciales.

Las minúsculas partículas (PM) emitidas por los vehículos diésel quedan suspendidas por encima de la ciudad, provocando situaciones de inversión térmica que agravan los episodios de alta contaminación atmosférica. La lluvia limpia la atmósfera, pero no es Madrid una ciudad conocida por su pluviosidad. Los vehículos con motor diésel también son responsables de una mayor emisión de óxidos de nitrógeno, compuestos cancerígenos dañinos para la salud humana. Gases nocivos que a los que la normativa Euro6 trata de poner coto.

Los vehículos de gasolina no son santos: también emiten NOx, a un nivel algo inferior. Donde sí superan absolutamente a los diésel es en la emisión de partículas en suspensión (PM). La combustión de la gasolina es más limpia, y los vehículos no requieren de filtros de partículas o sistemas complejos anticontaminación. Todas las motos emplean motores de gasolina de baja cilindrada, y decididamente, contribuyen de manera anecdótica a la contaminación de una ciudad como Madrid.

2) Las motos no son tan contaminantes

La edad media del parque móvil español supera los 13 años, y está fuertemente dieselizado.

Inés Sabanés alega que las emisiones de una moto son tan altas como las de un coche de gasolina. Es una verdad a medias, con multitud de matices que debemos precisar. Actualmente, cualquier moto nueva a la venta en Europa debe cumplir la normativa Euro3 de emisiones, en vigor para motos desde 2006. Su límite de emisiones de óxidos de nitrógeno es de 0,15 g/km. La actual normativa Euro6 para coches diésel establece dicho límite en 0,08 g/km, mientras el límite para los vehículos de gasolina es de 0,06 g/km.

¿Es una moto de 125 cc más contaminante que un utilitario Euro6? Sobre el papel, y tomando únicamente como referencia los NOx, sí. Pero debemos dar una visión de conjunto. La normativa Euro6 ha entrado en vigor hace mes y medio. En la Euro5 – entrada en vigor en 2009 – el límite de emisiones de óxidos de nitrógeno para vehículos con motor diésel era de 0,18 g/km, y en la Euro4 – entrada en vigor en 2005 – era de 0,25 g/km. Los vehículos anteriores a la normativa Euro5 no requerían de la instalación de filtros de partículas.

Se han vendido unas 4.500 motos en España en 2014, frente a más de 850.000 coches, el 70% de ellos equipados con motor diésel.

Recordad que las motos apenas emiten partículas en suspensión. En 2014 se vendieron en España apenas 4.500 motos, mientras que se vendieron 855.308 coches, aproximadamente el 70% de ellos equipados con motores diésel. La edad media del parque de turismos español es de más de 13 años, con una de las flotas más dieselizadas no sólo de Europa del mundo. Una moto deportiva como la Kawasaki Ninja ZX-10R es menos contaminante que un Peugeot 206 diésel comprado hace 12 años, aunque no lo sea ante los ojos de la ley.

3) Las motos recorren menos kilómetros

Otro de los argumentos que esgrimimos en favor de las motos es que el número de kilómetros recorridos por las motos es muy inferior al de un coche en cómputo anual. Las motos no tienen que perder decenas de minutos buscando aparcamiento en ciudad, dando vueltas sin fin. Es posible estacionar de forma legal motos en aceras de más de 3 metros de ancho o en párkings gratuitos para motos. Donde cabría un coche, caben cómodamente cinco motos. No deben circular a baja velocidad – con constantes paradas – más tiempo del estrictamente necesario.

4) Las motos no sufren ni causan atascos

En el espacio de aparcamiento que ocupa un coche, caben aproximadamente cinco motos.

Las motos no sufren atascos, y tampoco los causan. Son las primeras en los semáforos y pronto será legal circular entre los coches en retenciones. En Madrid pueden usar el carril bus-taxi – en Barcelona no, de forma un tanto inexplicable – además de los carriles VAO de acceso a la ciudad. Por tanto, no pierden decenas de minutos (incluso horas) sin moverse, con el motor al ralentí, paradas en un monumental atasco. Esta situación – en la que se ven envueltos de forma involuntaria miles de conductores a diario – es altamente contaminante.

En la planta de un coche caben cuatro motos, y aunque habitualmente sólo una persona las pilote, lo mismo ocurre con los coches por norma general. En Barcelona, si todo el mundo que se mueve en moto usara coches, la ciudad se sumiría en un atasco permanente que produce urticaria con sólo imaginarlo. Estoy completamente convencido que el fomento de la moto aportaría más a la mejora de la calidad del aire en Madrid que su inclusión en las restricciones a la circulación en episodios de alta contaminación.

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