Roborace, Fórmula E, Extreme E, el E-TCR, Projekt E, estos son algunos de los nombres que hemos ido poco a poco introduciendo en nuestro vocabulario durante los últimos años. Entre ellos habrá formatos exitosos para el futuro, pero también habrá proyectos que fracasarán estrepitosamente y otros muchos que lo harán sin ni tan siquiera hacer ruido ni quedar en la memoria de los aficionados como esas series “que pudieron ser y no fueron”. Seguramente hoy os mostremos uno de los que formarán parte de uno de los dos grupos, el proyecto Airpseeder que se presentará este fin de semana en sociedad en el Festival de la Velocidad de Goodwood.
Fruto del trabajo de una startup australiana, la propuesta parece clara: carreras aéreas con vehículos octacópteros de cuatro metros de longitud que alcanzarían los 200 km/h de velocidad punta y una altura de 900 metros como máximo. Para los que piensen que esto ya está inventado con las pruebas de drones, sería como el homologo en escala 1:1 respecto a una carrera de coches radiocontrol y con la situación de que estos sí estarán tripulados.
Serán 10 los pilotos que se encargarán de pilotar con la ayuda de la realidad aumentada cada unidad del Airkeeder Mk.IV en pruebas individuales contrarreloj que deberían desarrollarse ya desde 2020. Alimentados por baterías de 500 kW y un peso de 230 kilogramos, la estética elegida para los prototipos no es casualidad tal y como apuntan desde la dirección del proyecto: se ha optado por utilizar las formas de los monoplazas de la Fórmula 1 en la década de los sesenta, la era pre-alerones.
¿Tendrán futuro las competiciones de coches voladores? Se trata de una nueva demostración de lo cambiante e incierto que está el futuro de la competición. Por parte de los fabricantes ya hay cierto interés en este tipo de vehículos, con Audi y Airbus compartiendo iniciativa y con Toyota ayudando a un grupo de ingenieros independientes a construir un coche volador para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En París 2024 se espera que ya estén asentados y sean un transporte convencional.
