Los países de la Unión Europea han experimentado desde el año pasado un aumento en el precio de la electricidad y es que alcanzó su nivel más alto en el segundo semestre del año. Según la Oficina Europea de Estadística Eurostat, los precios de la electricidad se dispararon a 28,4 euros por 100 kWh en los últimos 6 meses del año anterior, frente a los 23,5 euros por 100 kWh del mismo periodo de 2021, esto significa que el precio de la electricidad en Europa sufrió un fuerte aumento del 21,3 %.
Cuando mencionamos estos precios hablamos de precios promedio, este incremento de los precios de la electricidad tiene como consecuencia directa suponer una carga para los consumidores y las empresas, y en este contexto de problemas económicos ocasiona que sean costes difíciles de afrontar.
Según Eurostat, la proporción de los impuestos en las facturas de electricidad ha caído bruscamente del 36% al 16%, y los gobiernos de toda la UE han establecido asignaciones y subsidios o la disminución de impuestos y gravámenes para amortiguar el impacto del aumento del coste de la energía en los consumidores.
¿Cómo está la situación eléctrica en España?
El precio de la electricidad en nuestro país tuvo un aumento importante el año pasado, debido principalmente a los motivos ya mencionados anteriormente, la invasión rusa a Ucrania, la pandemia por el COVID-19, estas situaciones han ocasionado un incremento de la demanda mundial de recursos energéticos.
Si vemos los datos del INE, podemos darnos cuenta que el precio medio de la electricidad para los hogares en España en enero de 2022 fue de 24,3 euros por 100 kWh, frente a un precio medio de 16,5 euros por 100 kWh en enero de 2021. Esto representa un aumento de aproximadamente el 47%, lo que es bastante significativo.
En este orden de ideas podemos pensar que el precio de la electricidad en nuestro país puede tener un fuerte impacto en la transición que estamos teniendo hacia los coches eléctricos, así como en la adopción general de energías renovables y los esfuerzos que se están haciendo en tener un mundo más limpio. Los altos precios de la electricidad pueden ocasionar que el simple hecho de tener un coche eléctrico sea un problema en tu economía familiar, ya que el coste de cargar la batería del coche puede aumentar nuevamente en cualquier momento.
Estos precios pueden desincentivar el desarrollo y la expansión de la infraestructura pública de puntos de carga, que es algo de lo que ya hemos hablado en otros artículos y estos puntos o estaciones de carga son un componente esencial de la adopción y la transición hacia los coches eléctricos, y para ello necesitas una estructura robusta en cuanto a cantidad y calidad.
