Los deportivos y los hipercoches que hemos conocido en los últimos tiempos tienen, detrás, un arduo proceso de diseño y desarrollo: al menos, eso es lo que parece a simple vista. Los coches con los que nos cruzamos a diario, sin embargo, parecen mucho más sencillos en todos los aspectos. ¿Es así? ¿Es más complicado diseñar un Bentley Batur o un Volkswagen ID.2all?
La respuesta la tiene Andreas Mindt. Hasta el pasado mes de febrero, era el Jefe de Diseño de Bentley: a partir de entonces ocupa el mismo puesto en Volkswagen. Lo curioso es que su carrera comenzó en el grupo alemán, allá por 1996: estuvo presente en la concepción del Volkswagen Tiguan y en la séptima generación del Volkswagen Golf. También trabajó en los Audi A1, Q3, Q8 y E-Tron GT, así como en el concepto Bentley Hunaudières (1999).
¿Qué es más sencillo?
El Volkswagen ID.2all ha sido su primer proyecto en esta nueva etapa y durante su presentación confesó a Top Gear que darle forma había sido más complicado que diseñar todo un Bentley Batur. Es más, ha asegurado que su trabajo en Bentley era sencillo: “Cuando trabajaba en Bentley, era un trabajo fácil. Hice el Bentley Batur, que estaba basado en el Continental GT, y fue increíble: es muy fácil de hacer porque es bajo, ancho y tiene un capó largo. Es fácil”.
Sí, para un diseñador de coches es más fácil crear un GT que un compacto: “Es como tirar un penalti en el fútbol sin portero. Es fácil de hacer. Mucha gente piensa que los diseñadores de hipercoches son genios, pero es muy fácil de hacer”.
La pregunta lógica: ¿por qué?
Como decíamos, el primer trabajo de Andreas Mindt, desde que reemplazó a Jozef Kabaň en febrero de este año, ha sido el Volkswagen ID.2all: su proceso de diseño se completó en seis semanas… y fue complicado. Explica el Jefe de Diseño de la marca alemana que en un modelo así de pequeño “tienes que trabajar duro y la gente no lo entiende: es más difícil de diseñar. Mira un modelo como el Fiat Panda: esos son, en mi opinión, los diseñadores geniales y no los que hacen hipercoches. No quiero ofender a nadie, pero conozco los dos lados de esto”.
¿Quién hubiera supuesto que para un diseñador es más complejo crear un pequeño eléctrico que el vehículo de calle de Bentley? Hay que tener en cuenta que, hoy en día, desarrollar un urbano, un utilitario o un compacto es todo un desafío debido a las normativas de seguridad, de consumo… sin olvidar que su ensamblaje también tiene limitaciones. Un proceso que, además, tiene que dar como resultado un vehículo con un precio asequible o bajo.
Sin embargo, en la creación de un Bentley Batur estas restricciones no están presentes porque los costes no son un problema: cuentan con generosos presupuestos para su desarrollo, también con la tecnología más avanzada y, en definitiva, gozan de más libertad. Son modelos, además, en los que el precio final no es relevante porque sus futuros propietarios gozan de abultados bolsillos.
