De un tiempo a esta parte, Toyota ha vestido un sambenito que no es nada sencillo quitarse de encima. ¿Son sus coches aburridos? Toyota es un fabricante que ha conseguido, como ningún otro, que sus coches se labrasen la imagen de eficientes, tecnológicos y sostenibles. Ninguna otra marca ha conseguido aprovechar la hibridación como Toyota. Pero el daño colateral de esa estrategia, muy probablemente, haya sido completar una gama de productos en la que la diversión, y el atrevimiento, tal vez brille por su ausencia. Si bien es cierto existen excepciones – claro está – como un Toyota GT86 cuyas ventas son anecdóticas (de cada 1.500 Toyota nuevos vendidos en España este año, solo uno era un Toyota GT86). Pero eso estaría a punto de cambiar, o al menos ese es el objetivo del Toyota C-HR. Un modelo que por fin hemos podido catar, y del que ya podemos hablaros en esta primera prueba del Toyota C-HR. ¿Cómo pretende Toyota recuperar la diversión y hacer que el Toyota C-HR sea uno de los modelos más aspiracionales de su gama?
Toyota C-HR
1. Recuperando el atrevimiento en sus diseños
Al contemplar por primera vez el Toyota C-HR ya comprenderás por qué este crossover no es un crossover cualquiera. Con el nuevo C-HR, Toyota quiso apostar por uno de los diseños más atrevidos que hayamos visto en mucho tiempo en alguno de sus productos. Baste un vistazo a estas imágenes para contemplar cómo los diseñadores se han sentido libres para jugar con los voladizos, para inclinar la luneta trasera y culminar su unión con el techo con un alerón, para ampliar los pasos de rueda y aportar una sensación musculosa, para reducir la altura de la línea acristalada lateral y elevar la cintura, o incluso para camuflar el tirador de las puertas traseras junto al pilar posterior.
En ocasiones, tenemos la sensación de que cada SUV que llega a los concesionarios es una copia de los que llegaron antes que él, las líneas redondeadas estilo Nissan Qashqai, o los trazos más rectos, aportando una apariencia robusta, estilo Honda CR-V o, sin ir más lejos, Toyota RAV-4, son lo habitual. El Toyota C-HR apuesta por una estética con detalles de coupé y formas caprichosas y agresivas, siguiendo una estrategia que al Nissan Juke, por cierto, le funcionó muy bien. Pero El Toyota C-HR quiere ser, y es, algo más que un Nissan Juke.
2. Mejorando la experiencia de conducción
Otro de los aspectos en los que el Toyota C-HR quiere conquistar al comprador lo encontramos en la experiencia de conducción. Este producto ha sido desarrollado sobre la nueva arquitectura global de Toyota, la Toyota New Global Architecture (TNGA). Con 4,36 metros de longitud, el Toyota C-HR es solo un centímetro más corto que un Nissan Qashqai, razón por la cual Toyota rehuye la comparación con el Nissan Juke. Aún así, el Toyota C-HR es 4 centímetros más bajo que un Nissan Qashqai.
Sus cotas, un centro de gravedad muy bajo – entre otras cosas derivado de su arquitectura híbrida – y una buena puesta a punto del chasis, consiguen que el Toyota C-HR sea un coche bastante ágil, con poco balanceo y cabeceo, que te hace sentir cómodo negociando curvas. La calidad de rodadura también está a un buen nivel, y eso se aprecia a pesar del régimen de revoluciones elevado que alcanza el motor por la naturaleza de su transmisión cuando pisamos insistentemente el acelerador. También es un coche cómodo, incluso con las llantas de 18 pulgadas que equipaba la unidad probada.
El único problema, tal vez, lo encontramos en su mecánica híbrida, la única elección disponible de momento en la gama Toyota C-HR en España. Recordemos que el Toyota C-HR solo estará disponible con una motorización híbrida que entrega 122 CV de potencia. Fuera de España también se comercializará con un motor de gasolina turboalimentado, el 1.2T de 116 CV de potencia. En algunos mercados, en el este de Europa, se comercializará incluso con un motor 2.0 atmosférico de 148 CV de potencia.
3. ¿Puede ser un híbrido divertido?
Si hay algo que jamás podríamos criticar del sistema híbrido de Toyota es su capacidad para conseguir que sus coches sean muy eficientes, cómodos y suaves. El consumo oficial del Toyota C-HR se sitúa en 3,6 litros/100 kilómetros. La sonoridad del motor de combustión interna, un bloque de 1.798 cm3 y ciclo Atkinson, se ha atenuado, algo muy importante por la naturaleza de su transmisión variable, que al acelerar con insistencia busca un régimen de revoluciones muy alto, y lo mantiene, para ofrecer la entrega que requiere el conductor. Toyota también asegura que han trabajado mucho en la transmisión para conseguir un funcionamiento más intuitivo.
En cualquier caso, seguimos encontrando dificultades para sentir la conexión con la conducción que sí hemos encontrado en otros turismos no híbridos, o incluso en su competencia, en el Kia Niro y el Hyundai ioniq que, además de ser híbridos, emplean una caja de cambios de doble embrague.
Un motor de gasolina, turbo y potente, sería una solución perfecta para este coche. La razón por la cual no se ha optado por otro motor no es otra que el hecho de que la alternativa más escogida en Europa sea, con diferencia, el híbrido, que copará un 75% de las ventas. En España, Toyota ha decidido ofrecerlo únicamente con una mecánica híbrida y tracción delantera.
En la fotografía superior vemos con más detalle el tirador de las puertas traseras junto al pilar posterior.
4. Un interior moderno, juvenil y enfocado en el conductor
Otro de los aspectos clave del Toyota C-HR lo encontramos en el diseño de su habitáculo. Toyota ha trabajado para crear un habitáculo moderno, con toques de calidad (especialmente en el uso de materiales y el tacto de algunas superficies) y un diseño muy enfocado en el conductor. Basta contemplar la orientación de su pantalla táctil de 8″, que se ha situado en la parte alta del salpicadero, y que también da acceso a un equipo de entretenimiento que, opcionalmente y según versiones, está conectado a un equipo de sonido con altavoces JBL.
Su puesto de conducción, aunque alto, como consecuencia de su diseño de crossover, es cómodo y agradable para disfrutar conduciendo.
Nos ha gustado especialmente el diseño de sus asientos de piel, con ajuste lumbar eléctrico, y con un diseño de sujeciones laterales pensadas para sujetar la espalda.
5. ¿Se puede conseguir un diseño atrevido y no sacrificar la practicidad?
Toyota nos confesaba que este coche iba dirigido específicamente a clientes jóvenes y parejas sin hijos, de hasta unos 40 años. Probablemente la razón sea que su maletero no es tan espacioso ni aprovechable como el de algunos SUV y crossover de su tamaño y precio. Siendo un poco más amplio que el maletero de un Nissan Juke, como el de este último, sería suficiente para guardar cuatro maletas de mano, pero probablemente quedaría escaso para las necesidades de una familia con niños pequeños, para la sillita, algunas maletas, etcétera.
Las plazas traseras también son limitadas, de espacio para las piernas, y en altura, aunque sí resultarán cómodas acogiendo a dos pasajeros adultos. Su diseño, de baja estatura, cintura alta, y techo con caída hacia la zaga, también hace que el acceso a las plazas traseras no sea todo lo cómodo que esperaríamos y exija que agachemos la cabeza y tengamos cuidado para no golpearnos con el marco del techo.
6. ¿Cuándo llegará a los concesionarios? ¿Qué hay de su precio?
El Toyota C-HR ya está disponible para su reserva en los concesionarios españoles. De hecho, muy pronto comenzarán a entregarse las primeras 200 unidades del Toyota C-HR Launch Edition, que se agotaron en menos de un mes. Su precio aranca en 24.250€, en su versión Active, con llantas de 17″, todas las ayudas a la conducción de Toyota Safety Sense, y sensor de luz y de lluvia.
Por 24.990€, una diferencia realmente pequeña, tenemos un Advance que añade llantas de 18″, cristales traseros oscurecidos, cuero parcial, asientos calefactados, molduras cromadas exteriores, y asistente de aparcamiento. Con esta oferta, y su dotación de equipamiento, Toyota confía en que esta sea con diferencia la opción más demandada por sus clientes. Por 27.000€ podríamos optar a un Advance Plus que además añade faros full LED y equipo de sonido JBL, amén de alerta de tráfico trasero.
Por ultimo, y por 28.500€, el Dynamic Plus añade tapicería de cuero completo y un acabado de pintura bitono, con el techo en negro.
7. Regresando por sus fueros con un proyecto de competición
La competición sigue siendo un escaparate perfecto para cualquier producto de calle. Y el Toyota C-HR, a pesar de no ser el deportivo que uno espera ver en las carreras, también era una base perfecta para su incursión en carreras de resistencia como las 24 Horas de Nürburgring. Toyota es un fabricante con solera en la competición, y también está inmersa en dos proyectos aún más improtantes, el mundial del resistencia WEC y las 24 Horas de Le Mans, y el mundial de rallys, el WRC.
En su debut en las 24 Horas de Nürburgring de este año el Toyota C-HR Racing quedó tercero de su categoría (SP2T) y 84 de la general.
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