Hacía bastante tiempo que no sabíamos de los planes de electrificación de la gama de BMW más allá de la submarca BMW i. Pero hoy la firma alemana ha presentado los primeros detalles del nuevo esquema híbrido enchufable del que partirán todos los híbridos de BMW a corto-medio plazo. BMW sigue apostando por el alto rendimiento que ofrecen los motores eléctricos como principal argumento, además señala su capacidad para reducir consumos y al mismo tiempo garantizar mejor motricidad contando con ejes propulsores independientes.
El motor de combustión ya no es protagonista
El primer titular que nos deja BMW es que el motor de combustión interna ya no es la fuente de propulsión principal. Dicho esto, BMW ha decidido rediseñar por completo un BMW Serie 5 GT para dar prioridad a un tren trasero eléctrico independiente que hace las veces de propulsor principal. Además, se ha añadido un motor eléctrico delantero unido a un motor de combustión delantera cuya misión es la de ofrecer tracción total y asistencia al motor eléctrico trasero.
Según puntualiza BMW, con las baterías de 20 kWh a plena carga, el sistema de propulsión híbrida es capaz de superar los 680 CV de potencia combinada y los 1.000 Nm de par motor. Al mismo tiempo, la autonomía en modo eléctrico podría superar los 100 kilómetros, dejándonos con las dudas por el momento sobre los consumos y emisiones de este híbrido enfocado en las altas prestaciones.
La visión más lógica de esta nueva oleada de híbridos de BMW, la hemos conocido en un BMW Serie 3 Plug-In Hybrid que pretende emular las posibilidades de un motor de seis cilindros. Para conseguir este objetivo se ha hibridado una mecánica de cuatro cilindros y 2 litros alojando un propulsor eléctrico en la transmisión automática de ocho relaciones. Gracias a una autonomía de 35 kilómetros con las baterías a plena carga, este prototipo híbrido enchufable puede homologar consumos de 2 l/100 Km y emisiones de apenas 50 gramos de CO2.
Las novedades expuestas por BMW nos ofrecen una interesante apuesta por ofrecer más protagonismo al propulsor eléctrico. Mientras el BMW Serie 5 GT será difícil que llegue en algún momento al mercado en su actual planteamiento pese a ofrecer una visión muy atractiva sobre el futuro de la tracción total, el BMW Serie 3 Plug-In Hybrid se antoja como una alternativa a las mecánicas diésel que podría cosechar cierto éxito dada su condición de enchufable.
Fuente: BMW
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