Mucho se ha hablado sobre el futuro Audi S8. No tiene fácil rebatir la marca prestacional que le impine su apodo “Sport”. En la anterior generación, compartía potencia con el A8 W12 de 450 CV, pero donde el primero llevaba un 6.0 W12, el S8 marcaba terreno con un 5.2 V10 FSI de idéntica potencia. Como es lógico, la diferencia estaba en la puesta a punto, el primero era un animal dócil de autopista, el S8 cortaba inyección a más de 8.000 rpm y gozaba de unos ajustes que le daban un gran dinamismo.
Un gran dinamismo en un coche de casi dos toneladas, todo hay que decirlo. En las imagen que tenéis en vuestras pantallas aparece una interpretación del nuevo Audi S8. Se espera que al menos supere los 500 CV del nuevo Audi A8 6.3 W12, se rumorea un V8 biturbo bajo su capó, aunque tampoco se descarta el V10 TFSI del Audi RS6 en sus versiones berlina y Avant. Tracción total quattro, cambio de marchas automático de ocho relaciones y unos ajustes más firmes de suspensión y dirección. ¿Y el diseño?
Según parece, han debido de hablar con ABT para que les diseñe un frontal. Lo he mirado y remirado, pero lo sigo viendo demasiado “tuning”, demasiado recargado y alejado de la deportividad sobria que Audi tan bien consigue. Hay demasiadas entradas de aire en el paragolpes, sin olvidarnos de una calandra bastante rellena de barras cromadas. Pero no os preocupéis demasiado, por fortuna es sólo una recreación. Varios detalles eran sospechosos, como por ejemplo la misma elección de llantas que en el R8 V10.
Un coche tan exclusivo no podría ser tan parecido al superdeportivo de la marca, y en mi opinión tenía un diseño demasiado arriesgado. Aún tenemos que esperar para conocer más detalles del futuro S8, pero imagino que para el Salón de París tendremos las dudas despejadas. Ahora es vuestro turno de decidir si el S8 de la imagen era de vuestro gusto o no.
Vía: Jalopnik
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