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Glamour y clase: transportando un Formula V Porsche a bordo de una Volkswagen Transporter T1 única

En ocasiones, encontramos en internet auténticas joyas sobre ruedas, parte del legado histórico de las marcas. Es el caso de esta furgoneta Volkswagen Transporter T1 pick-up, adaptada para el transporte de un Formula V. El Formcar/Porsche Formula V es uno de los dos existentes en estado original, y la furgoneta de transporte es un ejemplar único. Un tándem exclusivo que está a la venta a un precio no declarado – léase estratosférico, pero justificable – en la web de Jan Luehn, broker de venta de vehículos de superlujo.

La historia de los Formula V comenzó en 1958, cuando Joseph Hoppen – director de Volkswagen Motorsport – y el estadounidense Hubert L. Bundage – propietario de un concesionario Volkswagen – se conocieron. Ambos coincidían en la importancia de competiciones de bajo coste como cantera para la Fórmula 1, y de su cooperación surgieron los pequeños Formula V. Esencialmente, “kit-cars” producidos en Florida (EE.UU.) que empleaban un ligero chasis unido a un motor de Volkswagen Escarabajo, refrigerado con aire y apenas 40 CV de potencia.

Apenas pesaban 450 kg, por lo que el motor de Escarabajo de 40 CV permitía a los Formula V una buena aceleración y una punta que rozaba los 170 km/h.

Estas pequeñas máquinas monoplaza eran muy baratas, tenían un simpático diseño y pesaban menos de 500 kg, alcanzando velocidades puntas de en torno a 160 o 170 km/h, además de siendo muy ágiles. La popularidad de estos Formula V – también llamados Formcar – fue tan alta en Estados Unidos que llamaron la atención del Dr. Ferry Porsche y su director de competición, Huschke von Hanstein, en 1964. Adquirieron unas pocas unidades – entre 5 y 7 – en Estados Unidos y las importaron a Europa. Organizaron un tour promocional con el apoyo del CEO de Volkswagen, el Dr. K. Hahn.

Glamour y clase: transportando un Formula V Porsche a bordo de una Volkswagen Transporter T2 única

Los Formula V fueron presentados en diversas competiciones de ascenso a lo largo y ancho de Europa. Aunque al principio fueron ridiculizados, su popularidad creció exponencialmente en cuanto el público vió de qué eran capaces. Estas pequeñas máquinas sirvieron de trampolín de lanzamiento a pilotos como Emmerson Fittipaldi o Hans Hermann… no hace falta decir mucho más. Los Formula V de Porsche fueron ensamblados en las instalaciones de Porsche y apoyados de manera oficial desde Zuffenhausen. Esta unidad ha sido completamente restaurada.

Ha corrido en 2011 en el evento anual de clásicos en Nürburgring, cuenta con certificados de autenticidad de todo tipo y posee un FIA HTP (Historic Technical Pass), que le autoriza a competir en competiciones de clásicos reguladas por la FIA.

Un vehículo de transporte único con motor de un Porsche 914

Por supuesto, ya que se trataba de una labor promocional, Porsche no podía transportar sus pequeños coches en un transporte cualquiera. Es por ello que con el apoyo de Volkswagen se desarrollaron seis – ni una más, ni una menos – versiones especiales de la Transporter T1. Con caja pick-up, se adaptó una superficie de madera en la que cargar con garantías el Formula V. Por desgracias, ninguna de las Porsche Renndienst originales se conserva, pero el especialista británico Maxted-Page & Prill ha construido una reproducción perfecta.

Glamour y clase: transportando un Formula V Porsche a bordo de una Volkswagen Transporter T2 únicaGlamour y clase: transportando un Formula V Porsche a bordo de una Volkswagen Transporter T2 únicaGlamour y clase: transportando un Formula V Porsche a bordo de una Volkswagen Transporter T2 única

Tal es la precisión histórica, que la Volkswagen Transporter T1 Typ-261 empleada como base es del mismo mes y año que las originales. Todos los componentes originales de las furgonetas han sido restaurados o instalados con todo el posible rigor histórico y un nivel de detalle casi enfermizo. Uno de los hechos poco conocidos de estas furgonetas es que su motor original refrigerado por aire simplemente no era suficiente para mover con soltura una carga de media tonelada. ¿Qué hizo el especialista británico? Instalar un delicioso motor Porsche de época.

En concreto, un bóxer de seis cilindros y 2.4 litros procedente del denostado Porsche 914, un deportivo desarrollado conjuntamente entre Volkswagen y Porsche. Con carburadores Weber IDA 46 y una serie de piezas aftermarket firmadas por Porsche, el propulsor desarrolla unos 200 CV. Frenos y suspensiones han sido actualizados para soportar el aumento de potencia. Este vehículo me recuerda al Renntransporter de Mercedes, dotado del motor de un 300 SL y transportando un impresionante 300 SLR a sus espaldas.

Un conjunto con una cantidad increíble de clase y glamour, que ojalá veamos pronto en alguna exhibición de clásicos o en lugares como el Goodwood Festival of Speed.

Fuente: Jluehn | Jalopnik
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