ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

2 MIN

Si el Opel GT fuera un modelo de producción... sería el perfecto rival coupé del Fiat 124 Spider

Imaginémonos por un segundo que el recientemente presentado Opel GT Concept llega a producción, suaviza sus formas conceptuales y adopta un interior más mundano, ¿dónde quedaría situado en el mercado? Parece que podríamos estar ante la perfecta alternativa coupé al Mazda MX-5 y al Fiat 124 Spider.

Pongámonos en situación. Un coupé de 1.000 kg, biplaza, de comedido tamaño. Bajo su capó, en disposición central, por detrás del eje delantero y mandando la potencia al eje trasero, late un pequeño motor turbo, gasolina, de tres cilindros y sólo 1 litro de cubicaje. Una mecánica que desarrolla una potencia de 145 caballos.

Poco peso, tracción trasera y 145 caballos…
consumos comedidos si tenemos en cuenta el tamaño de su propulsor y el peso contenido del conjunto y a buen seguro una buena predisposición a dejarnos con una grata y satisfactoria dinámica.

El enfrentamiento con el Mazda MX-5 y el Fiat 124 Spider está servido en bandeja. Aún desconocemos el peso del italiano, pero sabemos que el japonés supera por poco la tonelada y mecánicamente nos encontramos con un motor turbo de 1.4 litros y 140 caballos en el Fiat y un 1.5 de 131 caballos y un 2.0 de 160 caballos, atmosféricos, en el Mazda, ambos con la misma plataforma, con el mismo esquema de tracción trasera… y precios que sitúan a las versiones de acceso de ambos entre los 25.000 y los 26.000 euros, una franja en la que bien se podría situar este Opel GT, quedando así un pequeño peldaño por debajo del Subaru BRZ y el Toyota GT 86.

Todo pinta muy bien… el problema es que poco después de conocer al conceptual Opel GT nos topamos con unas declaraciones oficiales en las que se señalaba a este modelo como, simplemente, un estudio de diseño y de tecnología. Lástima.


Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

Mario Herraiz

Apasionado del motor, llevo sobre ruedas desde que a los 14 años me monté encima de una moto. Después llegaron los coches, la afición por la fotografía y más tarde el periodismo y con ello la posibilidad de convertir mi pasión en trabajo. Seguir leyendo...

Cargando...