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MINI John Cooper Works a prueba: 231 caballos para luchar por el título del mejor utilitario deportivo

De mayor quiero ser socio de Ascari. Creo que es algo que nos ocurre a todos los aficionados al motor que en algún momento hemos pasado por allí, hemos visto esas cuidadas instalaciones, ese gran patio andaluz convertido en paddock y hemos rodado sobre su asfalto, recorriendo ese divertido trazado. Hoy en mi garaje, listo para un nuevo roadtrip, dormita un MINI John Cooper Works, la versión más deportiva de MINI, azote de los utilitarios deportivos, de las versiones más radicales del Renault Clio, del Ford Fiesta o Volkswagen Polo y sí, el destino, como habrás podido imaginar, es el exclusivo circuito malagueño, es Ascari. Suena el despertador, es pronto, muy pronto y tenemos que poner rumbo al sur…

Finales de mayo, la primavera afronta la recta final y el sol se deja ya intuir en el despejado horizonte. Llevamos, Juanma y yo, una hora en la carretera. Queremos llegar pronto a Ascari para volver en el día a Madrid, sin que se nos haga demasiado tarde. La anaranjada luz del amanecer nos advierte: tenemos una experiencia que transmitir y hay que empezar con las fotos.

Un desvío sobre la A4 se convierte en nuestro primer escenario. El sol sobre los secos campos, el olor del amanecer (a colonia barata que diría Sabina), una vieja gasolinera a un lado y un café con el que ganar fuerzas para la que se nos avecina.

El silencio de la mañana queda amplificado por el buen aislamiento del MINI, por su buen rodar. Estable y confortable. Sin duda alguna su habitáculo en uno de los mejor acabados del segmento y no sólo eso, derrocha personalidad en su diseño.

Me encanta la integración del sistema multimedia en la consola central, ahora con el navegador y con Ronda como destino final. Me encanta también esa (chorrada, lo sé) iluminación ambiental personalizable, la buena constitución del salpicadero, esa pequeña instrumentación redondeada o esos botones sustituidos por pequeñas palancas cromadas inspiradas por la aeronáutica.

Una identidad bien definida, un buen acabado.

Su imagen, tanto interior como exterior, está realmente bien cuidada. Es bonito y está cargado de buenos detalles

A mi espalda y bajo mi trasero un asiento deportivo de excelente aspecto, buen agarre, buen tacto. Uno de mis “buckets”, de calle, favoritos de hecho. Al frente el volante también lleva el sello de John Cooper Works, como los umbrales de las puertas. El salpicadero y los guarnecidos de las puertas están aderezados por un toque rojo que encaja a la perfección con el cuero del asiento y las costuras del volante… Como os podréis imaginar se respira una excelente atmósfera en su interior.

En el circuito de Ascari nos espera David Clavero. Con él sentenciaremos la sesión de fotos de este pequeño cohete, nos ayudará con las fotos en movimiento. Aún nos quedan un par de cientos de kilómetros para estrecharnos las manos y rodar en Ascari.

La verdad es que se viaja de maravilla en el MINI. No se aprecia apenas ruido del exterior. Sólo y cuando así lo precisamos a golpe de acelerador, el silencio queda roto por el bonito sonido de su escape.

Una parada para repostar. Una vuelta a su alrededor antes de pasar por caja. La configuración de nuestra unidad es, simplemente, exquisita. El rojo del techo, de los retrovisores, de esa franja frontal… rompe con el tono crema de su carrocería. Por supuesto no podemos pasar por alto las franjas negras de su capó, como tampoco podemos perder de vista esas llantas bitono, negras, de cinco radios y tras las que asoma una enorme pinza de freno, también roja.

Con el depósito lleno de nuevo afrontamos nuestro último tramo de autopista.

Es rápido, muy rápido, pero cierto subviraje le hace perder algún que otro punto a una dinámica que podría ser excelente

Tengo muchas esperanzas puestas en este utilitario. La lógica te lleva a situarlo en un top en el que no puede faltar el Audi S1 y el Peugeot 208 GTI By Peugeot Sport. Luego además está el hecho de la herencia, de lo que significa apellidarte John Cooper Works y del buen recuerdo que nos dejó su predecesor. Se acerca el momento de la verdad, sí en autopista va realmente bien, hemos viajado realmente cómodos, pero… ¿qué tal deportivo es este MINI?

Durante nuestra prueba el MINI JCW realizó un consumo mixto de 7.5 l/100 km subiendo a 8.5 l/100 km los días que realizábamos una conducción más deportiva.

Unas cuantas curvas previas al circuito me sirven de advertencia del firme tarado de sus suspensiones. Duras. No hay balanceo alguno. Es una auténtica tabla. De verdad. Transmite una gran confianza, sientes que te puedes lanzar al siguiente vértice sin dudarlo un segundo… ¿y sus frenos? Geniales, sin reproches.

Cada golpe de leva, cada golpe de acelerador, me devuelve unas magníficas notas desde su escape. Suena bonito, petardea, tiene el punto justo de “macarra”, te envuelve bien en el habitáculo y se hace notar en el exterior. Es como tiene que ser. Buen trabajo MINI.

“¿Dónde estáis? Acabo de llegar”. David nos llama. Pocos minutos después estamos ya en la discreta puerta del trazado, llamando a su telefonillo y dirigiéndonos hasta su bonito paddock.

Sin demasiada dilación, sin extendernos más de lo necesario con los saludos, nos ponemos a lavar el coche y empezamos con la sesión en el trazado, con algunas fotos estáticas en el paddock como primer plato y antes de lanzarnos con las fotos en pista levantamos el capó para echar un vistazo a su nuevo propulsor.

Bajo su capó, tras esas fina toma superiora y bajo la mirada de esas redondeadas ópticas, late un propulsor de dos litros de cubicaje. MINI se ha despedido en esta generación del 1.6 THP que a día de hoy siguen empleando Peugeot, Citroën y DS para contar con un nuevo bloque de cuatro cilindros sobrealimentado que desarrolla 231 caballos entre las 5.200 y las 6.000 rpm, con un par de 320 Nm entre las 1.250 rpm y 4.800 rpm.

Esta mecánica le vale al MINI para sentenciar el 0 a 100 km/h en poco más de 6 segundos, coqueteando con los 250 km/h como velocidad máxima, una mecánica que, más allá de las frías cifras, nos deja con una contundente sensación de aceleración, capaz de pegarnos en el asiento mucho después de la arrancada inicial, capaz de devorar cualquier recta en un instante y ofreciéndonos una grata respuesta desde la parte baja del tacómetro, muy baja, al tiempo que el eje delantero lucha por no perder tracción. Explosivo (teniendo en cuenta que estamos ante un coche de 231 cv) y con una buena capacidad de respuesta. Me gusta, bastante, su motor.

¿Downsizing? Nada de eso, MINI ha pasado del 1.6 THP a un motor de 2 litros.

Está disponible tanto con una caja de cambios manual como con una transmisión automática de convertidor de par. Nuestra unidad cuenta con esta última pero no, no te eches las manos a la cabeza… este cambio va realmente bien.

Es rápido, efectivo y con transiciones instantáneas y realmente suaves entre marchas. Sí, como a buen “quemado” me gustaría probarlo con cambio manual pero no hay tacha alguna para esta caja de cambios.

Hora de entrar a pista y dar buena cuenta de las fotos en movimiento de nuestro pequeño cohete.

Ascari nos ofrece una idílica visión de como debería ser un circuito con sus cuidadas instalaciones y su buen trazado:

¡Qué maravilla de circuito! Idílico, con la complicidad de un valle que nos hace sentir aislados del resto del mundo, lujoso, comprometido en sus formas con la Andalucia sobre la que se asienta y con un trazado divertido, exigente, mantenido de una manera excelente…

¿Es eso un circuito de karts? En un descanso entre foto y foto nos topamos con montón de neumáticos encargados de dar vida a un pequeño circuito de kars, de supermotard. Tentados decidimos ver si podemos preparar alguna foto en este trazado, aprovechando para forzar al máximo en sus estrechos virajes y ver que hay de eso que en MINI llaman “Go-Kart Feeling”.

Días atrás, en uno de mis tramos de montaña habituales (y que ya conocéis bien por alguna que otra prueba), me topé con un paso por curva que si bien en los primeros compases iniciales se ejecutaba con una noble eficacia, contundente, se tornaba, a la salida de la curva, afrontando la recta que nos lleva hasta la siguiente, con un subviraje bien marcado. El resultado de entonces, ese subviraje, vuelve a hacerse notar en este pequeño trazado de karts. Ouch.

Volvemos al pit lane, alguna foto más entre los boxes y el momento de las despedidas. En un taller, al fondo, trabajan en lo que, desde lejos, parece ser un Ferrari clásico. Nosotros empacamos el material, ¿el siguiente destino?

De Madrid a Ascari y de Ascari a Marbella: 1.500 km en menos de 24 horas con… ¿el mejor utilitario deportivo?

La hora de comer se nos echa encima y decidimos fijar Marbella como nuevo destino en el navegador, aprovechando para rodar por los alrededores del Pantano del Chorro. El horizonte se torna azul, con un tono espectacular. Decidimos comer algo más tarde e intentar buscar alguna buena carretera por los alrededores…

Le doy vueltas a ese subviraje en curva… ¿y con otros neumáticos (actualmente monta unos Pirelli Cinturato P7)?¿Y con nuevas geometrías para sus suspensiones? Por desgracias es algo que no podemos testear en una prueba de este tipo.

La dirección tiene un tarado muy bueno, las suspensiones son firmes, frena bien y el motor ofrece una gran respuesta

Y así es como inmediatamente aparece el peugeot 208 GTI by Peugeot Sport en mi cabeza. Peor acabado sí, con un motor menos explosivo, sin todo el repertorio tecnológico del MINI o con esa mayor solidez general del británico con acento alemán… pero sí con un chasis más divertido, capaz de descolgar fácilmente el eje posterior…

¿Su dirección? Muy bien resuelta, con un buen peso, capaz de darte una buena información de lo que está pasando, directa…

Marbella nos recibe. El hambre aprieta después de tantas horas en la carretera, tantas horas entre fotos, al volante del MINI… nos dirigimos a uno de los “chiringuitos” a pie de playa donde damos buena cuenta de un par de platos de pescado y unos siempre reconfortantes huevos con patatas entre planes de próximas producciones, de próximos viajes… y vuelta a la carretera, aún tenemos un atardecer que aprovechar con unas cuantas fotos más por sentenciar y un cansancio con el que pelear durante los 600 km que nos separan de casa.


¿Me gusta el MINI JCW?
Desde luego, es realmente rápido, está realmente cargado de personalidad, tienes la sensación de que estas ante un coche único, exclusivo con el que es fácil de encapricharse rápidamente. Es bonito (o al menos así me lo parece) y su interior es posiblemente el mejor resuelto de su segmento. El “pero” llega obviamente con ese subviraje, como se carga la parte más exterior del eje delantero justo antes de poner fin a la curva…

El sol ha empezado a desaparecer y la antigua carretera de Despeñaperros nos recibe para alguna foto más. Paz absoluta en la antigua carretera, ni un coche en nuestro camino.

Tiene el mejor interior de su categoría y su diseño exterior derrocha personalidad, ¿algo a mejorar? El carácter de su tren trasero en una conducción deportiva

Pienso en el Audi S1. Lo probó mi compañero David Villarreal, no pude echarle el guante entonces (ver prueba del Audi S1). Sigo dándole vueltas el 208 GTI by Peugeot Sport (ver prueba del Peugeot 208 GTI By Peugeot Sport) y hago, rápidamente tras sacar el móvil para comprobarlo, una comparación de precios… nuestro MINI parte desde los 32.500 euros, el Audi S1 hace lo propio desde 35.457 euros y el Peugeot arranca en 25.300 euros y claro seguidamente ya empiezo a darle vueltas a qué haría yo si estuviera a punto de comprarme uno de estos tres utilitarios… ¿quizá dar el salto a otro segmento a costa de perder potencia y refinamiento? Se me ocurre el Subaru BRZ, el Mazda MX-5 de 160 caballos… ¿quizá un compacto deportivo? Recuerdo las buenas impresiones tras probar el SEAT León Cupra de 290 caballos, ¿por qué no un Volkswagen Golf GTI?

Nuestro roadtrip va llegando a su fin, 1500 kilómetros en menos de 24 horas, un buen puñado de anécdotas en la carretera más, la siempre gratificante visita a Ascari… ¿Habrá un MINI John Cooper Works GP en esta generación? Espero que sí.

Dejo el MINI en el garaje. Antes, confieso, pongo por última vez en el día el modo deportivo y le doy un golpe al acelerador para escuchar el gorgoteo de su escape. Que me perdonen mis vecinos. Apago el coche con ese bonito pulsador rojo y repaso con la mano la línea del salpicadero. Me giro antes de cruzar la puerta del garaje. Bonito, rápido, con el mejor interior de la categoría…

Fotografías por Juanma G. Cámara.

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