Comienza la segunda temporada de Robert Kubica en el Mundial de Rallyes al volante de un WRC y lo hace con mucha incertidumbre. Poco se conoce del programa del polaco más allá de que su intención es la de participar de nuevo en todas las pruebas del calendario intercontinental, que contará con su copiloto de 2014, Maciek Szczepaniak y con un coche similar al que ya utilizó el año pasado, el Ford Fiesta RS WRC.
En esta ocasión el ex-piloto de M-Sport competirá al volante de una unidad perteneciente al A-Style Team y seguirá contando con Lotos, la petrolera polaca, como patrocinador principal tal y como se ha podido ver hace unos minutos cuando se ha desvelado la nueva decoración que utilizará Kubica en 2015. El cromo y el azul ceden protagonismo al gris. La principal novedad para Robert será la utilización de los neumáticos Pirelli, que siempre han mostrado su gran efectividad en superficies con poco agarre y en el pasado eran prácticamente imbatibles en Gales.
Sin embargo, la temporada 2015 sigue siendo una incógnita para un Kubica que ha mostrado en más de una ocasión tener la cabeza todavía en la Fórmula 1. Cerró 2014 asegurando encontrarse agotado y valorando la posibilidad de cambiarse a otras categorías como era el caso del DTM. Esta vez los rallyes parecen haber ganado la partida en la cabeza de un Robert que ya ha demostrado en más de una ocasión su pasión por esta categoría.
Queda poco más de una semana para comprobar si será capaz de empezar de forma tan acertada como lo hizo el año pasado en el Rallye de Monte-Carlo, marcando varios scratchs y colocándose como sorprendente líder. Obviamente debe intentar medirse para no volver a acabar con un abandono en una cita tan traicionera como es la monegasca. A partir de ahí, el resto del año fue un error tras otro terminando en gran parte con la moral del propio Kubica y haciendo que a muchos se les olvidara la gran calidad que atesora el ex de Lotus.
