Los test en Sebring han comenzado y sobre el asfalto ya se han dejado ver las armas de Nissan y de Audi para esta temporada. Completamente distintos, pero ambos pertenecientes a la larga dinastía de los LMP1. Uno de tracción delantera y que apuesta por la recuperación de energía para su gran asalto a Le Mans, mientras que del otro se dice que es capaz de ganar incluso sin KERS.
El R18 e-tron Quattro de Audi ha sufrido un lavado de cara, al igual que su “primo” el Porsche 919 Hybrid. Todo ello con el objetivo de plantar cara a una Toyota que ya dio el susto el año pasado en las 24 Horas de Le Mans y que dominó con mano de hierro la temporada del WEC. Por su parte, Nissan apuesta de forma arriesgada con su GT-R LM NISMO LMP1 y lo cierto es que por ahora se leve con menos tracción que a su rival de los cuatro aros. Algo normal si tenemos en cuenta que uno es tracción total y el otro no.