Mientras que la crisis de la Fórmula 1 cada vez se hace más patente, ahora ayudada por la incertidumbre ante un posible cambio de manos, el presidente de la FIA ha querido dar la cara y ha asegurado que lo que está pasando el gran circo actualmente es un “dolor de cabeza” y no un cáncer terminal. Jean Todt está dispuesto a tomar cartas en el asunto y una de las áreas en las que trabajar junto al resto del equipo de la FIA es en la de abaratar los costes para ayudar a los equipos pequeños.
Y es que a pesar de que una de las banderas de las últimas temporadas ha sido el famoso ahorro de costos, lo cierto es que los gastos de los equipos se han disparado y la mayor parte ha sido debido a los motores V6 Turbo. Las diferencias con los anteriores V8 atmosféricos son disparatadas, hablándose de unos 223.000 € en el pasado y de 1.400.000 € con los actuales. Esto hace que los presupuestos por temporada en concepto de motores haya pasado de los 5,6 millones de € a los 21 millones.
Es por ello que Todt quiere aplicar medidas cuanto antes, sobre todo para darles algo de aire a los equipos pequeños y a poder ser para 2016. Sin embargo para ello deberá tener el apoyo unánime de todos los equipos, algo que en el caso de Mercedes puede no estar del todo claro (los contratos firmados tampoco ayudarán). Lo cierto es que la Fórmula 1 se muere y más que un dolor de cabeza, parece que está sufriendo una larga enfermedad terminal entre fuertes dolores.
