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La reflexión de Giedo van der Garde

Giedo van der Garde escribió un artículo para la publicación Racer cuyo contenido luce muy interesante ya que se sustenta sobre la reflexión de un piloto al que le costó ser titular en la Fórmula 1, compitió solamente durante una temporada, y posteriormente tuvo repercusión mediática al verse involucrado en un pleito legal al no querer aceptar que no tenía un lugar en la categoría. El holandés es de la creencia de que los niños, cuando ingresan al karting, lo hacen con el sueño de llegar hasta a la Fórmula 1, así sea a través de un equipo poco competitivo, para luego establecerse, trasladarse a una gran escudería y permanecer allí hasta retirarse.

Según su opinión, es poco probable hallar a un joven piloto que no aspire ser uno de los 20 seleccionados que compitan en una temporada de Fórmula 1. Admite que pasó gran parte de su juventud idealizando y trabajando para alcanzar el nivel más alto del deporte, si bien sus resultados no fueron deslumbrantes tuvo la oportunidad de llegar y no la dejó pasar, así sea con Caterham que nunca alcanzó un punto. Jamás soñó con ser último en cada gran premio o que pelear por el puesto 16 todos los fines de semana se transformaría en su objetivo ya que en las categorías inferiores por lo regular era candidato al podio. A pesar de la decepción, considera que la experiencia resultó muy enriquecedora porque mediante ese equipo pequeño tuvo al menos la oportunidad de vivir su sueño y además ser observado por equipos más competitivos.

En su reflexión trae a la palestra lo sucedido a Alexander Rossi, un piloto estadounidense que hizo carrera en Europa, llegó a la Fórmula 1 en 2015, con la escudería Manor Marussia, y apenas compitió en cinco grandes premios, con un puesto 12 como mejor actuación, casi siempre peleando el último lugar con su compañero. Él no pudo conservar su asiento para la siguiente temporada y se fue a la IndyCar, allí ganó las 500 Millas de Indianápolis y este año quedó subcampeón. Supone van der Garde que Rossi se mantuvo esperanzado en permanecer en la Fórmula 1 hasta que ya no pudo sostenerse; y es que resulta complicado creer que Rossi se fue a vivir a Europa a sus 14 años pensando en ser campeón de la IndyCar.

En su artículo, Giedo van der Garde utiliza el caso de Rossi para explicar un poco lo que a él le sucedió. Un piloto cuando llega a la Fórmula 1 no se ve en otra categoría y si surge algo como alternativa siempre estará atento a cualquier llamada para regresar. En su caso, toda vez que no pudo correr con Sauber, le costó mucho abandonar su sueño, resignarse y asumir la decepción. Confesó que no aceptó ir al DTM porque en su perspectiva como piloto jamás se planteó esa posibilidad. Ese camino diferente de la Fórmula 1 suele ser muy abstracto y complejo porque le costó muchos años llegar al nivel más alto y solamente uno para descender y no volver.

Explicó que su patrocinador personal le planteó la posibilidad de ir a la IndyCar, pero eso sería un paso todavía más lejos porque estaría fuera de Europa, representando a una marca holandesa en un difícil mercado comercial. Por tal razón, tras analizar sus opciones, se decidió por correr coches deportivos en el Campeonato Mundial de Resistencia, donde ahora compite en la clase LMP2 con el Racing Team Nederland. Resultó complicado dar ese paso al costado porque en el fondo entendió que salir de la órbita de la Fórmula 1 sería alejarse cada vez más de su principal objetivo en la vida. Considera que lo hizo bien en las categorías inferiores, fue campeón de la Formula Renault 3.5 Series en 2008 y ganó algunas carreras en GP2 Series, inclusive participó en pruebas con escuderías de Fórmula 1 como Super Aguri, Spyker, Force India y Caterham. Todo fue tan prometedor, siempre sintió su gran sueño realizable, pero al final la Fórmula 1 fue demasiado fugaz.

Vía | Racer

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