La moda todo pantalla es una de las grandes polémicas del automovilismo moderno. Aplaudida por unos y denostada por otros, en Alfa Romeo han decidido decir basta a la integración de cada vez más pantallas en sus coches. El objetivo de la firma italiana es centrar el diseño de sus coches en la conducción y en las sensaciones, eliminando todo elemento superfluo que pueda perjudicar la experiencia al volante. Así, Alfa se desmarca de la industria y solo usará las pantallas mínimas y necesarias.
Ha sido el CEO de Alfa Romeo, Jean Philippe Imparato, quien ha comunicado esta nueva estrategia del constructor italiano. Sumida en una importante transformación como parte del plan estratégico de Stellantis, debemos esperar grandes cambios en Alfa, y uno de ellos estará relacionado con cómo la marca entiende que el infoentretenimiento debe ser integrado en sus coches.
En Diariomotor hemos criticado en infinidad de ocasiones cómo muchos fabricantes han antepuesto el diseño y la tecnología a la ergonomía, e incluso la seguridad durante la conducción. En busca de ofrecer lo último en tecnología y acercar el automovilismo a las posibilidades de smartphones y tablets, los interiores de muchos coches se han convertido en expositores de pantallas de todos los tipos y tamaños. Y aunque esta tendencia ha traído interesantes mejoras en cuanto a servicios y capacidades, también ha afectado negativamente a otros aspectos de la conducción.
Y es por esta razón por la que Alfa Romeo ha dicho basta y se ha plantado. En Alfa no quieren fabricar iPads con ruedas, y es por ello por lo que sus próximos lanzamientos pondrán el foco en ofrecer otra forma de entender el infoentretenimiento. ¿Seguiremos viendo pantallas en Alfa Romeo? Por supuesto, pero todo apunta a una estrategia que podría seguir los pasos de marcas como Mazda, donde las interfaces se diseñan como elementos no protagonistas y anteponiendo la funcionalidad a la estética.
Sin duda este movimiento de Alfa Romeo dará bastante de qué hablar, pudiendo además abrir un debate que creemos puede ser interesante para repensar cómo deberían ser diseñados los automóviles y cuáles deben ser las prioridades a la hora de hacerlo.
