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¿De verdad existen los colores prohibidos en Ferrari?

La personalización es uno de los pilares de Ferrari llegando a extremos tales como cada uno de los One-off que dan vida a los Special Projects, sin embargo el fabricante italiano no está por la labor de fabricar coches que no hagan honor al estilo y valores de la marca. Es por ello por lo que aunque Ferrari presume de posibilidades infinitas a la hora de fabricar tu deportivo, lo cierto es que en materia de colores tendrás vetada alguna que otra tonalidad.

El color preferido de los clientes de Ferrari es el rojo, seguido de negro, gris y blanco

Ferrari ofrece a sus clientes un completo catálogo en materia de personalización, desde el configurador «básico» donde poder personalizar tu vehículo como en cualquier otro fabricante, hasta los más especiales y costosos programas de personalización a medida de Tailor Made y Special Projects donde el abanico de posibilidades y precio puede llegar a marear.

¿Pero dónde está el límite? En una reciente entrevista de News.com.au al CEO de Ferrari en Australia, éste reveló que la política de la marca en cuanto a los colores para fabricar un Ferrari es muy clara y tiene sus líneas rojas marcadas. Concretamente se le preguntó sobre la posibilidad de ver un Ferrari pintado de fábrica en color rosa, lo que fue respondido con una contundente negativa señalando a que este tipo de colores acaban convirtiendo los coches en caricaturas.

Ferrari es famosa por el proteccionismo que tiene con su imagen de marca habiendo protagonizado numerosas polémicas sobre este asunto

Lo realmente curioso del tema es que el rosa no es el único color vetado en la fábrica de Maranello, hay más tonalidades aunque por el momento las desconocemos – se habla del naranja tan típico en McLaren -. Además, esta historia de los colores prohibidos en Ferrari nos recuerda la polémica del Purrari de Deadmau5 que llevó al fabricante italiano a insistir de forma vehemente en la eliminación del Ferrari 458 Spider vestido de Nyan Cat. Esta historia ya nos sirvió en su momento para descubrir el alcance de la política de Ferrari para proteger su imagen de marca, incluso cuando los coches ya han salido de fábrica y están en manos de sus propietarios.

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