El DS7 Crossback E-Tense 225 es la última incorporación al catálogo de la firma de lujo del grupo PSA y se perfila como la versión de acceso a la gama híbrida enchufable de este SUV premium de tamaño medio. Un diseño diferente y unos buenos acabados, unidos a un buen precio son las principales armas con las que se presenta este DS 7: veamos que trae consigo esta nueva versión.
Tracción delantera, 225 cv y etiqueta CERO
La novedad de esta versión de acceso la encontramos «bajo el capó», o más bien no la encontramos sobre el eje trasero. Mantiene el propulsor térmico de gasolina 1.6 litros turbo de la versión superior 4×4 de 300 cv, pero con una potencia de 180 cv en lugar de 200 cv y 300 Nm, así como el motor eléctrico de 110 cv integrado en la caja de cambios automática 8 relaciones, pero pierde el trasero de 112 cv, responsable de suministrar par a las ruedas posteriores en esa versión de tracción integral. La batería de iones de litio sigue contando con 13,2 kWh de capacidad, lo suficiente para homologar una autonomía en modo 100 % eléctrico de 55 km y conseguir la etiqueta cero de la DGT, modo en el cual no podrá superar los 135 km/h.
Gracias a este conjunto es capaz de marcar un 0 a 100 km/h en unos discretos 8,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h con sus casi 1,9 toneladas de peso, además de homologar un consumo de 1,4 litros a los 100 según el ciclo WLTP. No obstante, este consumo es capaz de conseguirlo gracias al apoyo eléctrico, en caso de usarlo para largos recorridos por carrera sobrepasará la frontera de los 5 litros.
En cuanto a los tiempo de carga, es posible recarga completamente la batería en un enchufe doméstico en unas 8 horas, que disminuyen hasta poco menos de dos si disponemos de una estación de carga a 7,4 kW de potencia. No obstante, y como es de presuponer, también se puede recargar haciendo uso de la frenada regenerativa, y mediante el modo E-SAVE la gestión eléctrico-térmico deja guarda la suficiente energía en ella como para recorrer unos 10 o 20 km en modo totalmente eléctrico.
Desde 45.200 euros y con un buen equipamiento
Este DS7 Crossback está disponible con cuatro niveles de equipamiento: Be Chic (desde 45.200 €), So Chic (desde 45.600 €), Performance Line (desde 46.450 €) y Grand Chic (desde 50.500 €). De todas formas, la versión básica ya cuenta con una amplia dotación de serie, con elementos tan destacables como una suspensión inteligente que se adapta a la carretera según las imágenes tomadas por una cámara en el parabrisas (DS Active Scan Suspension) o iluminación Full LED con asistente en curva. Ninguno de esos dos elementos son tecnología punta e inaudita, pero lo que sí es inaudito es que no supongan un sobrecoste.
En cuanto al resto de equipamiento, podemos encontrarnos con lunas de vidrio laminadas delante y deatrás para mejorar la insonorización, cuadro de instrumentación completamente digital de 12,3 pulgadas, climatizador bizona, pedales de aluminio, navegador o asientos eléctricos con memoria y regulación lumbar, además de llantas en 19 pulgadas.
En tierra de nadie, de momento
Partiendo de la base que quien se fije en este DS 7 querrá un vehículo PHEV, a día de hoy DS ha sabido muy bien encontrar un hueco en tierra de nadie y posicionar ahí la versión básica híbrida enchufable de su DS 7 en cuanto a sus rivales. Si tenemos en cuenta sus pretensiones premium y miramos directamente a otras «firmas premium alternativas» como Volvo, Jaguar o Lexus, nos encontramos que sus XC60, F-Pace y NX no cuentan con versiones híbridas enchufables (y con etiqueta ECO). Si damos el salto al tridente alemán, los Audi Q5, BMW X3 y Mercedes GLC tienen mayor potencia (unos 300 cv) y juegan en la liga de los 60 mil euros.
De esta forma, nos queda «mirar hacia abajo» para encontrarnos a sus rivales, de corte más generalista, como lo son los Citroën C5 Aircross, con el que comparte mecánica, el Ford Kuga 2.5 Duratec PHEV 225 y el Mitsubishi Putlander PHEV, respecto a los que es unos 8 o 10 mil euros más caro, debido a que tiene una mejor calidad y equipamiento, aunque en esta ocasión comparte prestaciones y consumos, siendo algo más lento el japonés.
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