El inminente Salón del automóvil de Beijing se trata de una cita de bastante repercusión dado el peso de aquel país en estos momentos, más si cabe cuando hablamos de que tanto China como sus fabricantes están marcando las directrices para que toda la industria pueda seguir hablando de números verdes. BYD es uno de los fabricantes más importantes en aquel país, además de ser uno de los que acumula más polémicas gracias a su relación con Daimler.
Dejando a un lado dicha relación con los alemanes, que finalmente ha dado a luz a la marca Denza, BYD prosigue en su idea de convertirse en el fabricante líder en propulsión alternativa en el ámbito local, ya sea en su variante híbrida, 100% eléctrica o diseñando una opción eléctrica de autonomía extendida como es la que nos ocupa. El fabricante chino nos presenta el concept Qin, un vehículo que arroja un aparente salto de calidad en todos los aspectos y pretende dar mucho que hablar gracias a unos precios bastante contenidos.
La configuración de su planta motriz no se alejará mucho de lo que ya conocemos sobre el BYD F3 DM, un vehículo de similar concepto que sufría de un diseño algo desfasado en estos tiempos. Su propulsor principal será un motor eléctrico de potencia desconocida hasta la fecha, se baraja un rango de entre 100 y 120 CV, apoyado en una batería de 16 kWh que será capaz de otorgar una autonomía en modo 100% eléctrico de hasta 60 Kilómetros.
Una autonomía que no supondrá un problema ya que el Qin emplea un motor de 1,5 litros, gasolina, que entrará en acción cuando el acumulador comience a mostrar signos de déficit de carga. Entre otros datos facilitados por la marca podemos remarcar un consumo medio fijado en 2 l/100 Km, aunque no se especifica el método de homologación, y encontramos un registro de aceleración que deja el 0-100 Km/h en unos más que correctos 6,9 segundos.
Aunque su diseño y planteamiento nos presentan un modelo muy racional para tratarse de un «showcar», el fabricante chino no ha confirmado si finalmente el Qin llegará a producción. Salvo una trasera un tanto exagerada para según que gustos, el prototipo de BYD refleja unas líneas más armónicas y proporcionadas que otros diseños de la marca. Por otro lado, si desconocida es su llegada al mercado asiático, aún lo es más su salto a otros mercados, aunque puestos a especular, puede que el gran avance que pretende mostrar la marca no responda a otra idea que la de encontrar la fórmula para un producto capaz de cruzar las fronteras con mayor éxito.
Fuente: WCF
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