Este año se desveló el pequeño lavado de cara del Aston Martin Vantage, dejando al deportivo inglés con más potencia y añadiendo además algunas novedades en el equipamiento. Aumentó la cilindrada del propulsor V8 desde los 4.3 hasta los 4.7 litros consiguiendo 420 CV de potencia (40 caballos más) y mejorando el gasto de consumo en nada menos que un 13%.
Como en todos los casos, los que se hicieran con el Vantage antes de este cambio se quedaron con el original bloque V8 de 4.3 litros. Pensando en todos los usuarios anteriores el fabricante inglés ha lanzado una ligera actualización del motor, adaptable de forma sencilla. Las modificaciones incluyen una reprogramación de la centralita para mejorar los tiempos de ignición y una modificación del sistema de inducción, destacando la modificación de las válvulas de aire.
Una última consecuencia de estas mejoras reside en la relativa al octanaje, pues el motor ha sido preparado para aceptar gasolina con un valor más alto de este índice. La potencia final salta de los 380 a los 400 CV y el par máximo sube 10 unidades hasta los 420 Nm, no es lo mismo que el 4.7 pero es un buen incremento. Con ello se consigue un razonable incremento de las prestaciones medible a través de sus nuevos 284 km/h de velocidad máxima o sus cerca de 4.8 segundos para su celeridad desde los 0 hasta los 100 km/h.
Junto a esta consideración para los antiguos usuarios del Vantage se añade un el Sport Pack que ya estaba disponible para los nuevos modelos y que suma, entre otras cosas, nuevos resortes y amortiguadores firmados por Bilstein o unas llantas de aleación de cinco radios fabricadas en aleación de aluminio ultraligera.
Vía: automotoportal
En Diariomotor: Aston Martin V8 Vantage 2009
Aston Martin Vantage 
