Las ventas de automóviles nuevos en China han barrido todas las expectativas, rondando los 18 millones de vehículos en 2010 y confirmándose como primer mercado automovilístico mundial, muy por encima de los 11 millones de vehículos vendidos en Estados Unidos. Mientras los fabricantes chinos se frotan las manos, los dirigentes de la capital de China se echan las manos a la cabeza. Esto se debe a la situación del tráfico, que cada vez es más insostenible, hasta el punto del colapso.
Es una ciudad que ha crecido demasiado rápido y que no ha tenido en cuenta el creciente tráfico y ventas de automóviles. Digamos que las arterias de la ciudad no tienen la capacidad necesaria y el transporte público no puede absorber el volumen de viajeros. Por ello, Beijing va a limitar las ventas de vehículos nuevos a 240.000 unidades anuales. ¿Quién podrá comprar entonces un coche? Los elegidos en una suerte de “lotería” mensual, en la que se autorizará la compra de un coche a 20.000 personas.
El pasado año se vendieron 850.000 coches en la ciudad, por lo que 2011 será un mal año para los que quieran comprar un vehículo, ya que sólamente se realizarán aproximadamente un cuarto de las ventas previstas. El Gobierno también luchará contra el tráfico prohibiendo la entrada en hora punta a coches con matrículas de ciudades o regiones que no sean Beijing. Este sistema debería dar tiempo a los oficiales del Gobierno para mejorar infraestructura y transporte público.
Espero que lo hagan rápido, pues un estudio reciente de Automotive News revela que en 2020 se venderán 40 millones de coches en China, aproximadamente la mitad de las ventas del mundo. Así visto, la verdad es que da incluso miedo. Si los atascos que ya sufren son legendarios, imaginad con un parque móvil de 200 millones de vehículos.
Vía: autoevolution | Autoblog
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