El Citroën DS4, el siguiente en llegar a la gama DS de Citroën, ya está prácticamente en nuestro mercado, ya que el inicio de su comercialización está fechado en el próximo 15 de junio, en apenas dos semanas. Por ello, la semana pasada estuvimos en Barcelona para ver y probar de primera mano como es y como se comporta la nueva creación de Citroën dentro de su gama más exclusiva, la línea DS.
Como muchos sabéis ya, el Citroën DS4 está basado en el Citroën C4 pero modificando sus cotas, creciendo en algunos aspectos y encongiéndose en otros. Por ejemplo, es algo más corto, con unas medidas de 4,27 metros de largo (4,29 en el actual Citroën C4), 1,81 metros de ancho (dos centímetros más) y 1,53 metros de alto (4 centímetros más). Estos cambios en sus medidas están motivados por la mezcla de segmentos que han hecho sus diseñadores para llevar un nivel por encima del Citroën C4.
Objetivos de ventas del Citroën DS4
La marca del chevrón quiere continuar con el éxito del anterior lanzamiento dentro de la línea DS, el Citroën DS3. Por esto, las expectativas de Citroën en lo respectivo a las ventas del Citroën DS4 están en torno a las 3.600 unidades en el primer año de su comercialización en nuestro país. Para conseguir estos números, en Citroën apuestan por su diseño arriesgado, su equipamiento y sobre todo, por el cambio radical en las calidades del interior respecto al Citroën C4.
Pero aparte del diseño y su equipamiento, también hay diferencias con el Citroën C4 en el precio, siendo bastante superior y con una diferencia mucho mayor de la que vemos en el Citroën C3 y el Citroën DS3. En este caso, el cambio radical en la estética del pequeño DS puede llegar a justificar el precio. En el Citroën DS4, este cambio no es tan radical y sus formas son más conservadoras y parecidas, lo que puede echar atrás a ciertos compradores que buscan más la estética exterior que las calidades interiores.
Aún así, es más que probable que muchos de los que se encuentren indecisos ante la compra de un Citroën DS4 cambien de opinión una vez lo hayan visto en persona o lo hayan probado, porque la cosa cambia bastante respecto al Citroën C4, mucho más sobrio y “mundano”, si se me permite la expresión. Pese a tener ciertas carencias respecto al compacto, el nuevo Citroën DS4 puede enamorar a más de uno tras una pequeña toma de contacto.
Citroën DS4: mezcla de coupé, berlina y SUV
A priori, este amasijo de conceptos puede verse como algo ilógico, pero si entramos un poco a analizarlo, la cosa se ve un poco más clara. La parte de coupé la vemos en su diseño lateral y en la caída de la trasera, más pronunciada que en el Citroën C4. Pese a tener cinco puertas, el diseño del Citroën DS4 nos lleva a pensar en él como un coupé de aspiraciones deportivas, con una línea lateral muy marca y una cintura realmente musculosa.
Para la parte de berlina hay que contar con su espacio interior (algo escaso en la parte trasera) y las cinco puertas, facilitando el acceso a la parte trasera. La parte de SUV puede ser la más controvertida, ya que no casa con la parte de coupé. La idea era elevar la posición de conducción para permitir al conductor una visión mejorada pero ajustando el chasis para evitar los balanceos de una carrocería excesivamente alta.
Esto puede jugar en su contra, puesto que la distancia de los pasos de rueda a los neumáticos no parece la apropiada para un coupé de aspiraciones deportivas (una de las partes de su ADN) y resta algo de dinamismo al conjunto. Es una apreciación personal, pero es cierto que es demasiado alto (1,53 metros) y esto no ayuda a verlo como un coche deportivo. Aún así, la visión de conjunto en el Citroën DS4 es la de un coche atractivo. Raro, pero atractivo.
Y digo raro, porque es lo que le estuve repitiendo a mi compañero durante todo el día de la presentación. Esto va por gustos personales, pero el Citroën DS4 me dejó con la sensación de no tener una carrocería demasiado armoniosa. Si lo miraba por la parte trasera o desde los tres cuartos traseros, lo veía increíblemente bonito, por si pasaba a una vista lateral esa sensación cambiaba a peor y ya cuando me pasaba al frente, algo no cuadraba.
Ni siquiera las espectaculares llantas de 19 pulgadas, sobre todos las bicolor, me quitaban esa impresión. El frontal es demasiado parecido al visto en el Citroën C4, o incluso diría que está más conseguido en la versión “No-Premium” del coche. La parte central negra no le queda excesivamente bien, sobre todo en colores más claro, como el blanco nacarado de las unidades de prueba.
Interior de lujo para el Citroën DS4
Una vez pasamos al interior del Citroën DS4 las impresiones que nos hemos podido llevar de su exterior pasan a un segundo plano. Sobre todo si lo hacemos con las unidades que teníamos para la prueba, con el paquete de cuero integral Habana (Sport y Style, 2.300 euros y 2.900 euros respectivamente). La percepción de calidad salta a la vista, y parece el interior de una berlina alemana de lujo antes que de un compacto francés. A un precio nada barato, todo sea dicho.
Sin embargo, si pasamos a otra unidad, con el paquete en cuero bitono Blanco, que no lleva el salpicadero tapizado en el mismo material, la cosa cambia mucho. Se sigue percibiendo calidad en los acabados, pero no es tan abrumadora como el interior en cuero Habana. En estos acabados, el Citroën DS4 peca en algunos materiales del revestimiento de las puertas, con plásticos duros pero con la misma textura que el salpicadero, más blando al tacto.
Pese a ser un coche de aspiraciones deportivas, los asientos delanteros del Citroën DS4 pecan de poco ajuste lateral para el cuerpo. Tienen la forma y los orejones en los laterales, pero son demasiado estrechos como para sujetar de forma óptima en conducción deportiva. La regulación es eléctrica y según opciones, pueden tener masaje y estar calefactados.
No son excesivamente duros y en rutas largas, son realmente cómodos, a menos que como decía antes, no le busques las cosiquillas al coche. Lo mismo pasa en la parte trasera, con una banqueta demasiado plana y muy poca sujección para los pasajeros. El espacio para las piernas es muy justo y para alguien como yo (1,76 de altura) las rodillas casi tocaban en el asiento delantero, ajustado a mi posición de conducción. Sin embargo, la altura libre a la cabeza me parece de las mejores de su segmento, al contrario de lo que puede parecer.
Pese a tener cinco puertas, las ventanillas traseras son fijas y no hay posibilidad de bajarlas. Se supone que esto está provocado por el diseño tan peculiar de la parte final de las puertas traseras, algo que también hace algo incómodo el acceso a las plazas traseras. Están homologadas para tres personas, pero la parte central es algo incómoda para un adulto por la falta de espacio para las piernas y por el reposabrazos abatible del respaldo trasero.
Dejar el móvil, la cartera, el estuche de las gafas o cualquier otra cosa que llevemos en los bolsillos no es mucho problema en el Citroën DS4, ya que tanto las puertas como la consola central están llenas de huecos portaobjetos de generosas dimensiones, a excepción del hueco que hay tras el cambio de marchas, que es más pequeño de lo que cabría esperar.
En el reposabrazos central de los asientos delanteros hay una toma de 220 V (detalle) , muy útil para cargar el móvil mientras viajamos o estamos parados. Con el propio cargador del móvil, es suficiente para esto y no hacen falta adaptadores para 12 voltios. La profundidad de este espacio es suficiente para guardar objetos grandes pero hubiese sido conveniente un plástico más gomoso para el interior, para evitar ruidos molestos.
El maletero del Citroën DS4 tiene un volumen de 385 litros, algo más pequeño que en el Citroën C4 debido al cambio en el diseño. El acceso es bueno y la abertura es grande, pero el piso del maletero está muy bajo respecto a la boca de entrada, pudiendo ser algo incómodo a la hora de meter algo pesado en el interior. Si se opta por el equipo HIFI de Denon, perdemos algo de volumen por el subwoofer y la caja de resonancia.
Por cierto, el techo panorámico del Citroën DS4 no es un techo panorámico al uso. Yo esperaba algo como en el nuevo Citroën C3, con un parabrisas realmente grande, pero visto desde el exterior no lo es tanto. El truco está en los parasoles y las guías que les permite moverse hacia adelante o hacia atrás. No es mucho recorrido, pero se nota cuando los recoges y dejas esa pequeña porción del parabrisas.
Por último, destacar lo que para mí es un fallo que lleva arrastrando Citroën desde la anterior generación del Citroën C4, la posición del espejo retrovisor interior. Pese a que el Citroën DS4 es bastante más alto y con más distancia del techo a la cabeza, la posición del retrovisor queda muy baja respecto a la línea de visión del conductor. Es molesto como un dolor de muelas. Tenía que decirlo…
Mañana os hablaremos de las impresiones en la conducción y del comportamiento del Citroën DS4 con las motorizaciones THP 200 y HDi 160, ambas con el cambio manual de seis velocidades.
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