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Sébastien Loeb sobre el Dakar: “Tengo miedo, pero es parte del juego”

Los retos a menudo asustan. La diferencia la marca aquellos que son capaces de afrontar este miedo al fracaso y los que no. Sébastien Loeb se ha unido al reto del Dakar sin prácticamente saber nada y a última hora. Sus obligaciones en el WTCC le han obligado a retrasar hasta el último momento su inicio en los raids junto a Daniel Elena, y esto hace que la habitual seguridad en sí mismo que ha mostrado el 9 veces Campeón del Mundo de Rallyes se haya tambaleado ligeramente.

El alsaciano es honesto, tiene miedo ante lo desconocido. Apenas dos sesiones de test en Marruecos y la disputa de un rally de cinco etapas no parecen suficientes para un deportista que siempre ha afrontado su competición sabiendo a lo que se enfrentaba. Pikes Peak, WTCC, RallyCross… Para todas ellas se había preparado y en todas ellas ha mostrado su competitividad. El próximo mes de enero en Argentina y Bolivia la cosa cambiará y tendrá que tirar de instinto para ir superando todas las trampas del Rally-Raid más duro del planeta que en esta ocasión estará algo descafeinado.

Lo primero que pienso cuando hablo sobre el Dakar es en un poster que tenía en mi habitación cuando era joven con el 205 T16 Grand Raid del Dakar. Siempre traté de seguirlo, me sentía atraído por la aventura. Los Raids son realmente distintos a todo lo que he hecho hasta ahora. Conducir por el desierto con un coche impresionante da sensaciones únicas. La carrera será muy larga, por lo que es necesario tener resistencia y conocer dónde están los límites del coche, así como pilotar hacía ningún lugar.

Es curioso que Loeb hable de conocer los límites del coche cuando se plantará sin conocer cómo se comporta su nuevo Peugeot 2008 DKR16 en competición. Tan sólo unas cuantas jornadas de test, además de un shakedown previo ya sobre terreno sudamericano, lo separan del inicio del Dakar 2016.

Es un coche nuevo en comparación con el modelo de 2015. Han hecho un montón de mejoras. Es mucho más ligero, el motor es más potente, el chasis es más ancho para mejorar la estabilidad y es más largo, así que se reduce la inercia del coche. Creo que todas estas evoluciones van en la dirección correcta, será mucho más rápido que el viejo. Las sensaciones son muy diferentes. El buggy es mucho más grande y pesado que un WRC por lo que su manejo es distinto.

No es habitual leer la palabra miedo en un piloto, menos aún en uno tan exitoso como Loeb, pero está claro que hombres como Hirvonen, Prokop, Pons, Hunt y él mismo llegan con una experiencia muy limitada a la gran cita. En el caso de Sébastien, la cosa se complica al no tener a un copiloto experimentado en estas lides a su derecha.

No creo que la amistad entre Daniel y yo pueda reemplazar la experiencia. Si queremos lograr nuestro objetivo la única forma es trabajar duro. No es sólo amistad, es mucho trabajo. Tengo un poco de miedo de perderme en el desierto con Daniel, pero eso es parte del juego y es por lo que nos estamos preparando lo mejor posible. Por el momento tengo miedo, pero espero que estemos listos antes del Dakar.

En cambio, la palabra victoria parece que no entra en el diccionario del ‘nuevo’ de Peugeot. Primero se marca otros objetivos, como el de hacer el máximo número de kilómetros, compenetrarse con Daniel Elena, buscar los límites del coche y entonces ya luchar por ser el más rápido.

Es difícil saber cuál será mi nivel real en una disciplina nueva frente a pilotos experimentados. Sé que algunos han ganado la carrera en su primera participación, pero las condiciones no eran las mismas. Llegaron con el mejor coche y ganaron inmediatamente. Ahora nuestros rivales son muy fuertes y también tengo algunos de los mejores pilotos dentro de mi equipo, así que creo que es un poco pronto para soñar.

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