Buenas noticias para el Gran Premio de Macao de Fórmula 3, que la semana pasada parecía estar en una situación delicada en la que incluso su futuro más inmediato estaba en duda. La FIA tomará control de la carrera, que pasará a recibir el estatus de «FIA F3 World Cup» como primer paso a la copa del mundo que se estrenará el año que viene y que se espera que tenga dos citas, una de ellas la de Macao.
Esta copa del mundo llegará también con un calendario algo más corto para el campeonato europeo de Fórmula 3, que pasará de las diez reuniones de la temporada 2016 a ocho el año que viene para reducir los costes -y para albergar esta copa del mundo con mayor facilidad-. Desaparece por lo tanto aunque sea solo de forma nominal la histórica «FIA F3 Intercontinental Cup» para dejar paso a la «nueva» competición.
La postura oficial de la organización del Gran Premio de Macao es que la dimisión de Barry Bland llega tras la decisión de elevar la carrera a copa del mundo y no al revés. Interesante apreciación, teniendo en cuenta el orden en que los acontecimientos fueron desvelados. Frederic Bertrand, de la Comisión de Monoplazas de la FIA, viajó a Nürburgring tras haber estado en Macao para tranquilizar a los equipos.
Según Autosport, Bertrand habría explicado a los equipos que hay un acuerdo con la compañía que se ha encargado de transportar el material los últimos años, además de extender la fecha límite de inscripción hasta el día 30 de septiembre. Siempre según Autosport, los equipos habrían recibido la normativa final, con posibles cambios al haber pasado a ser la FIA F3 World Cup -de hecho, lo más probable es que el retraso original tuviera en este cambio su origen-.
Las listas de inscritos y el programa provisionales se anunciarán en octubre, aunque en el día de ayer ya hubo una buena señal de salud al confirmar Alexander Sims que estaría en una prueba de la F3 Cup británica para asegurarse un puesto en el Gran Premio de Macao de Fórmula 3. Era una primera muestra de que la carrera seguía adelante y que llegaba en un momento en el que las dudas sobre el futuro de la competición se habían extendido.
