Hace algunos instantes, Toro Rosso informó que James Key, su director técnico, seguirá junto al equipo, despejando así los rumores que le asociaban a otras escuderías. Key llegó a Faenza en 2012, procedente de Sauber, y allí ha mantenido su reputación de ser un brillante ingeniero, capaz de concebir buenos monoplazas operando con bajo presupuesto. Con la confirmación de Key, el proyecto de Toro Rosso para 2018 seguirá el camino trazado por sus predecesores puesto que Key es de los que se encargan de supervisar conceptos, diseños y fabricación de piezas. Interesante resulta el hecho de que estando disponible en el mercado, equipos más grandes, como Williams o McLaren, no le hayan realizado una oferta.
Para destacar que bajo la asociación de Franz Tost y de James Key, la escudería Toro Rosso ha podido crecer, el personal y las instalaciones han aumentado sustancialmente y han asumido el reto de fabricar, cada temporada, un coche de media tabla capaz de proyectar a jóvenes pilotos. Antes de que Key desembarcara en Faenza, Toro Rosso prácticamente reciclaba lo que utilizaba Red Bull un año antes, situación que ha cambiado radicalmente en los últimos años porque el conjunto de chasis y aerodinámica propuesto por los italianos ha diferido en gran medida con el presentado por los de Milton Keynes, en buena parte porque Toro Rosso dispone de su propio túnel de viento ubicado en Bicester.
En opinión de Franz Tost:
Encantados de que James [Key] permanezca con nosotros para continuar este proceso fructífero. La Fórmula 1 es un deporte de equipo, pero un individuo es capaz de marcar diferencias. James [Key] ha demostrado que puede liderar toda la parte técnica de la escudería. Ha sido hábil en la producción de coches que han sido bien vistos por todo el paddock. También ha demostrado habilidades de gestión necesarias para coordinar todos los departamentos.
Vía | scuderiatororosso
