El Aston Martin V12 Vantage es un auténtico icono de la deportividad. Desde su lanzamiento hace más de una década ha representado el pináculo del dinamismo en pequeño formato dentro de la marca de Gaydon. Aunque no resulta extraño que sus hermanos mayores usen motores de doce cilindros, al mundo siempre le fascinó que un deportivo tan compacto como el Aston Martin Vantage equipase una mecánica tan poderosa. El Aston Martin V12 Vantage está en la lista de coches más deseados de muchos petrolheads, y ha vuelto, una vez más, con el objetivo de despedirse para siempre.
No está el horno para bollos, como se suele decir. Las normativas anticontaminación y el futuro del automóvil, que pasa necesariamente por la electrificación, no encajan demasiado bien con un deportivo de doce cilindros y 700 CV de potencia. Es por ello que Aston Martin sólo producirá 333 unidades del espectacular V12 Vantage. Todas ellas equiparán bajo el capó el conocido motor 5.2 V12 Twin-Turbo que ya conocemos de los Aston Martin DB11 y DBS Superleggera. Este propulsor desarrolla 700 CV en el V12 Vantage, acompañados de unos tremendos 753 Nm de par motor.
El Aston Martin V12 Vantage 2022 se convierte por derecho propio en el Vantage más potente jamás creado. Es capaz de hacer el 0 a 96 km/h en solo 3,4 segundos, aun contando solo con dos ruedas motrices, a las cuales llega la potencia previo paso por una caja de cambios automática de ocho relaciones – de convertidor de par, desarrollada por ZF y especialmente puesta a punto para este coche. El conjunto pesa 1.795 kilos. No es un peso pluma, pero no es especialmente pesado si tenemos en cuenta la mecánica que monta.
Para tratar de aquilatar el peso al máximo, Aston Martin ha optado por montar componentes ligeros, haciendo especial uso de la fibra de carbono. Por ejemplo, podemos montar bacquets de fibra de carbono – que ahorran 7,3 kg por unidad – o unas llantas de aleación ligera y 21 pulgadas, cuyo peso es 8 kg inferior a una llanta convencional. El equipo de frenado es carbonocerámico, con discos delanteros de 410 mm de diámetro. Esto no solo ayuda a la frenada, si no que reduce el peso en 23 kg adicionales con respecto a un sistema de acero.
Su tren de rodaje está abiertamente orientado al máximo rendimiento. Además de los frenos carbonocerámicos, cuenta con un autoblocante mecánico en el eje trasero, neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S en medidas 275/35 R21 delante y 315/30 R21 detrás, o una suspensión con una puesta a punto específica. Los muelles delanteros son un 50% más firmes, los traseros, un 40% más firmes. Los silentblocks del motor son un 13% más rígidos y las barras estabilizadoras delanteras son un 5% más rígidas – sin embargo, las traseras son un 41% más suaves.
La rigidez torsional del coche aumenta un 8% gracias a refuerzos en su bastidor, y su ancho de vías aumenta en 40 mm. Este chasis de vías ensanchadas ha obligado a Aston Martin a instalar un espectacular kit de carrocería widebody, de aspecto muy musculoso. Este kit de carrocería destaca por las enormes tomas de aire sobre el capó – inspiradas en los Vantage GT12 y en la anterior generación del V12 Vantage – molduras laterales en fibra de carbono y un gigantesco spoiler trasero. No es de adorno: genera 204 kg de carga aerodinámica a velocidad punta.
El interior no cambia con respecto a otros Vantage, más allá de equipar unos asientos más deportivos, y opcionalmente, bacquets de fibra de carbono. Sigue siendo un lugar refinado, lujoso y acabado con el máximo cuidado. Las primeras entregas tendrán lugar durante el segundo trimestre del año y me temo que si querías una unidad… llegas tarde. Toda la producción está ya vendida.
Aston Martin Vantage 
