La batalla entre coches eléctricos y coches con motores de combustión interna es algo que está a la orden del día, pero hoy el duelo propuesto por Rimac deja a un lado cualquier conciencia ecológica y se centra en las posibilidades de la tecnología para encontrar al mejor coche en circuito. ¿Tiene sentido comparar al Rimac Concept_One con el Bugatti Veyron, y más aún en circuito?
El vídeo del que nos hacemos eco hoy es bastante curioso, no tanto en la comparativa en sí que puede ser interesante desde el punto de vista técnico, sino en tanto al trasfondo de llevar a cabo esta comparativa donde claramente el Bugatti Veyron tiene todas las papeletas de quedar bastante por detrás del superdeportivo de Rimac. Lo he dicho infinidad de veces, el Bugatti Veyron será el más rápido y el más potente de los superdeportivos, pero es el coche menos adecuado para irte a un circuito, más aún si el trazado está plagado de curvas.
Además de que el Bugatti Veyron es un GT con todo lo que ello implica, Rimac se ha ido hasta un circuito bastante ratonero, mucho de hecho, donde el Rimac Concept_One no sólo muestra su apabullante mayor efectividad, sino que además hace gala de múltiples personalidades gracias a las posibilidades que brinda su sistema de propulsión con 4 motores eléctricos controlados de forma independiente y con una entrega y contundencia de par tan elevadas que el 8.0 W16 Quad-Turbo de Bugatti no las podría igualar ni aunque empleara compresores eléctricos.
Durante el vídeo podemos ver cómo el piloto probador de Rimac conduce un coche y el otro, al igual que el otro protagonista del vídeo, descubriendo claramente como el Rimac Concept_One trabaja de mejor forma en prácticamente todo, aunque no por ello se puede obviar la contundencia y puesta a punto del Veyron. La pregunta del millón resulta obvia llegados a este punto, y es que a sabiendas de que el Bugatti Veyron no es el verdadero competidor del deportivo croata, no estaría nada mal verlo frente a coches de similar planteamiento. Quizás híbridos como el McLaren P1, old-school como el Aston Martin Vulcan o incluso el nuevo Bugatti Chiron.
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