Así es. General Motors se pasó todo el año 2011 culpando a su propia falta de existencias de vehículos fabricados y su propia incapacidad de atender la demanda existente a lo largo y ancho de la geografía americana, para justificar el bajo nivel de ventas de su estrella eléctrica de autonomía extendida, el nuevo y flamante Chevrolet Volt.
Pues va a resultar que no era eso.
GM anuncia ahora un parón de fabricación que tendrá lugar entre el 19 de marzo y el 23 de abril, lo que totaliza 5 semanas en las que unos 1.300 trabajadores sufrirán una suspensión temporal de su actividad laboral. Este parón se produce apenas un mes más tarde de unas vacaciones prolongadas que finalizaron a principios de febrero. Decir que es sintomático es una obviedad, me temo.
Cabe recordar que el objetivo de GM para 2011 era alcanzar la (modesta) cifra de 10.000 unidades vendidas, que finalmente se quedaron en 7.671. A partir de aquí y con las fábricas a plena capacidad, justo en el cambio de año GM anunciaba su objetivo de ventas para 2012, nada menos que 60.000 unidades, objetivo que que os contábamos ya entonces con gran escepticismo.
La argumentación de General Motors vuelve a lanzar la pelota fuera de su terreno de juego. En este caso, la culpa es de la mala imagen generada por las dudas acerca de la seguridad de sus baterías, publicitadas hasta el extremo después de que un Volt ardiese espontáneamente unas semanas más tarde de una prueba de choque oficial.
Está claro que ese incidente no ha hecho nada bueno por la imagen del Volt. No obstante, visto desde fuera, parece evidente que un coche que cuesta en EE.UU. 40.000$ (por la ingente inversión tecnológica que incorpora) y tiene el tamaño, formato y calidad de un coche de la mitad de precio, no es fácil de vender, a priori.
Si tenemos en cuenta que toda esa tecnología no es capaz de compensar vía ahorro su diferencia de precio con un Chevrolet Cruze, sin ir más lejos, que se puede comprar en el mismo concesionario por una fracción del precio y con unas prestaciones y calidades no inferiores, parece que tenemos todos los elementos para que el coche fracase comercialmente.
El objetivo ahora es ajustar la producción a la demanda y esperar a ver qué pasa. Y en eso estamos…
Fuente: Autobloggreen | MLive
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