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Las aguas siguen turbulentas en Detroit y Goteburgo

Menuda semana están teniendo en General Motors. Ayer mismo conocíamos la noticia de que el actual CEO de General Motors abandonaba su cargo con una sorprendente dimisión. El señor Fritz Henderson permanecía poco tiempo como Consejero Delegado, sólo ostentaba el cargo desde el mes de marzo, cuando la Administración Obama forzaba la salida de Rick Wagoner, principal brazo de la vieja General Motors. Durante sus diez meses ha llevado adelante la reestructuración de la enorme corporación.

Desde el cese de Saturn y Pontiac hasta la venta de Hummer, Saab u Opel (de estas dos hablaremos más adelante) podemos afirmar que Henderson ha estado muy ocupado tomando decisiones difíciles y en ocasiones impopulares. No se han publicado razones para su dimisión, pero Detroit News afirma que ha sido una decisión tomada por el Consejo de Administración de GM, motivada por disparidad de opiniones en lo relativo a la venta de Opel, oponiéndose el Consejo en el último momento.

Como puede que sepáis, finalmente General Motors se queda con Opel, no la venderá a Magna. Las reacciones airadas del Gobierno alemán no se han hecho esperar, criticando una decisión tan repentina, aunque sólo fuese por los dolores de cabeza que les causó a finales del pasado mayo. El diario estadounidense también afirma que GM buscaba un directivo menos apasionado de los coches, por decirlo de alguna manera, y más proclive a una dirección puramente racional de una gran corporación.

El puesto de Fritz Henderson será tomado temporalmente por Edward Whitacre, que ha anunciado que comienza una búsqueda global a contrarreloj de un Consejero Delegado para General Motors. Whitacre agradece la labor de su predecesor, y espera continuar el proceso de reestructuración, para poder saldar sus deudas lo antes posible. Una de sus primeras decisiones tendrá que ver con Saab. Como ya sabéis, Koenigsegg abandonó la compra de improviso, casi cuando estaba cerrada.

Las aguas siguen turbulentas en Detroit y Goteburgo

Las razones no son claras, pero tienen que ver con el apoyo financiero de la empresa sueca. Sea como sea, el caso es que Saab está en terreno de nadie, sigue operando bajo el amparo de General Motors pero su futuro pende realmente de un hilo. Desde Detroit están muy tajantes, “si en diciembre no se encuentra un comprador para Saab cerraremos la marca y cesarán sus operaciones en todo el mundo”. Entre los últimos interesados, Spyker Cars, con el apoyo de una entidad financiera rusa.

Saab no ha dado beneficios desde 2000 y algunos potenciales interesados sólo se interesan en algunos modelos, como Beijing Automotive Industry Holding o Renco Group. No se descarta la posibilidad de que Koenigsegg vuelva a la arena con el cambio de CEO, pero una cosa es segura: la cuenta atrás ha comenzado.

Vía: World Car Fans, Terra, Detroit News
En Diariomotor: El futuro de Saab es incierto | Descontento general con Magna sobre la adquisición de Opel | General Motors se declara en bancarrota

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