Muchos lo pudieron en la grada ver durante el partido de la Eurocopa de fútbol que enfrentaba a las selecciones de Polonia y Portugal, el mismo fin de semana en el que se disputaba el rally de su país, séptima cita del calendario del Mundial de Rallyes 2016. El ex-piloto de Fórmula 1 lleva más de medio año alejado de los tramos, desde su abandono en la tercera especial del Rallye de Monte-Carlo y a pesar de todos los rumores que le han vuelto a relacionar con una posible vuelta en la primera mitad del año, Robert Kubica sigue teniendo un futuro incierto.
Muchos lo esperan en la que será la tercera temporada de la Fórmula E (veremos si las limitaciones de movimiento de su brazo se lo pueden permitir llegado el caso), la cual empezará en octubre, pero hasta entonces, se sigue esperando con impaciencia en los rallyes. Maciej Szczepaniak, su copiloto de confianza en su última etapa en el WRC, le confirmó a AUTOhebdo que el piloto polaco no tiene ningún plan de un inminente programa en el Mundial, aunque no se descarta la participación en alguna prueba en Italia con alguno de los coches que sigue teniendo en su garaje.
Robert sigue queriendo competir y no me sorprendería que esté presente en algún rally pequeño en Italia. Todavía tiene un Renault Clio S1600 y un Ford Fiesta RS WRC a su disposición. Dado que el futuro WRC se reservará para los pilotos oficiales, no tendría sentido para él correr con un coche viejo porque el rendimiento sería distinto.
En principio, Kubica está intentando vender el Fiesta RS WRC que compró la pasada temporada a M-Sport, ahora sin el apoyo de su antiguo patrocinador principal, la petrolera Lotos, será importante recuperar algo del dinero perdido estos años con su formación privada. Mientras tanto se le ha podido ver en algunos circuitos aparte de la participación en las 12 Horas de Mugello con el Mercedes de Martin Prokop, entre ellas en una carrera internacional de Karting, sin embargo esto tampoco ha tenido demasiada continuidad.
AUTOhebdo también ha destacado que Robert tuvo sobre la mesa la invitación de Citroën Racing en la especie de desafío interno que se iba a realizar en WRC2 entre los distintos pilotos que competían con un DS3 R5 y que en principio tenía como premio para el ganador (no oficial) la participación en los rallyes de Catalunya y Gales con un DS3 WRC. Invitación que según el medio galo, no obtuvo respuesta.
