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La anomalía histórica de ver al Rallye de Monte-Carlo fuera del WRC

Aunque ya queda lejos, la temporada 2011 se convirtió en el último año de una anomalía histórica. El Rallye de Monte-Carlo dejó de puntuar para el Campeonato del Mundo en 2009, año en el que comenzaría la relación de la cita monegasca con el incipiente Intercontinental Rally Challenge. El ACM firmaba un acuerdo con Eurosport Events, siguiendo el ejemplo de otras citas como el Rally de Portugal en lo que parecía que era una relación cada vez más deteriorada entre los organizadores de las pruebas y el WRC.

El acuerdo revolucionaba el automovilismo. Michel Boeri, presidente del Automobile Club de Monaco (ACM), y Jacques Behar, presidente de Eurosport Events, promotor del Intercontinental Rally Challenge, confirmaban que la 77ª edición del Rallye de Monte-Carlo se iba a celebrar dentro del IRC, en la segunda vez de la historia de la prueba en la que no sería puntuable para el Campeonato del Mundo. La otra ocasión en que la prueba no había formado parte del calendario desde la creación del Mundial fue en 1996, cuando sí fue valedero para el campeonato de dos litros.

Con el nuevo sistema de alternancia implementado por la FIA, analizamos una serie de posibilidades para mantener la organización del Rally de Montecarlo. El IRC es la solución perfecta. En su temporada de debut, esta serie ha demostrado todo su dinamismo, valor y potencial. La idea nos conquistó, por lo que estamos muy contentos de unirnos a esta serie intercontinental en 2009 y beneficiarnos de una cobertura mediática excepcional que destaca lo fundamental valores de los rallyes – René Isoart, Director del ACM

¿Las razones? El ACM hablaba del sistema de rotaciones que había implementado la Federación y con el que “el Monte” no se encontraban de acuerdo. En esos momentos, el IRC se había establecido en apenas dos temporadas como el gran rival de las series intercontinentales, apostando en este caso por una receta muy sencilla y eficaz en la que se entremezclaban grandes nombres, libertad a los organizadores para crear el recorrido (14 tramos con 362.25 km cronometrados) vehículos de tracción total con prestaciones similares entre sí y las palabras mágicas: “cobertura televisiva en directo” a través de la propia Eurosport. Únicamente una de las especiales no sería retransmitida, en la mañana del viernes, por lo que el resto del programa gozaría de un seguimiento casi sin precedentes, algo de lo que el IRC podía presumir años después de la época dorada de los noventa y el seguimiento exhaustivo de algunas empresas como Canal+.

El inicio de la temporada 2009 del IRC atrajo todas las miradas. Se alinearon los mejores S2000 y algunos de los principales pilotos del Mundial de Rallyes fueron atraídos por la llamada de la carrera, incluido Sébastien Ogier, el cual estrenaba su vitola de Campeón del Mundo Junior después de haber debutado en el Rally de Gales al volante del Citroën C4 WRC. No estaría en la cita sin embargo Loeb, obligado por su contrato con Citroën a competir como máximo con una de las unidades del C2 S1600, algo que descartó ya que al no poder luchar por la victoria reconoció que no era de su agrado y que seguramente, si le vencía uno de los pilotos del IRC «el público podría no entender las diferencias entre los dos coches”.

Vía libre para que Ogier, todavía sin obligaciones contractuales con el equipo de fábrica de Citroën Racing pudiera disfrutar del Monte-Carlo y de la que a la postre sería su primera victoria de las siete conseguidas hasta el momento. Defendería los colores de BF Goodrich después de ser el elegido en la selección (la misma por la que pudimos ver a los hermanos Vallejo con esos colores en el Príncipe de Asturias al volante del Peugeot 207 S2000 Kronos), realizando algunos tiempos sorprendentes que lo convertirían en líder después de que Juho Hänninen tuviera un pinchazo y un posterior accidente tratando de remontar, justo en el mismo punto del TC10 en el que también Kris Meeke quedaba fuera de carrera.

El regreso al Mundial de Rallyes, en el peor momento:

Todavía se darían otras dos ediciones del Monte-Carlo representando al IRC, pero fue en 2012 cuando la icónica prueba decidió aceptar el acuerdo con la FIA y regresar de esta forma al Campeonato del Mundo. La decisión seguramente no llegó en el mejor momento, ya que el WRC se encontraba en todo un maremágnum político que derivó en la salida de Nokia como patrocinador principal del Mundial después de conocerse que uno de los máximos responsables de North One Sport, promotora del campeonato, estaba siendo buscado por la Europol para ser detenido por posible fraude, algo que les llevaría directamente a la quiebra.

Sin posibilidad de encontrar un sustituto, el acuerdo finalmente se cerró con Eurosport Events provisionalmente, antes de que Red Bull entrase en juego ya de cara a 2013. Toda la incertidumbre vivida en aquel mes de enero de 2012 fue uno de los momentos de mayor tensión que se recuerden dentro del campeonato, incluso sin empresa de cronometraje a apenas una semana del inicio de la prueba y sin televisión confirmada. La FIA se tuvo que hacer cargo de todo el montante: «Además de los servicios deportivos y técnicos habituales que proporciona para estos eventos, la FIA financiará el cronometraje/seguimiento de cada evento para que el campeonato pueda tener lugar en las mejores condiciones». Aquel año la victoria sería para Sébastien Loeb, de vuelta a las ancadas, con Dani Sordo siendo segundo al volante del MINI JCW WRC.

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