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Scott Speed se destroza la espalda y pone en riesgo su pentacampeonato en rallycross

Ha sido una semana complicada para el automovilismo norteamericano. Después del accidente de avión sufrido por Dale Earnhardt Jr. y su familia del que afortunadamente salieron ilesos, el sábado fue otro expiloto de la NASCAR y del Mundial de Fórmula 1 el que se llevó uno de los grandes sustos de su vida. Scott Speed, competía dentro del evento organizado por Travis Pastrana en el marco de los Nitro World Games. Por segundo año consecutivo, la estrella del freestyle creaba una pista de rallycross que no dejaba lugar a los errores, siendo Scott Speed, tricampeón del GRC y del ARX junto a Volkswagen USA y Andretti Autosport, el que ha pagado el peaje más alto.

Después de sustos previos en el GRC con los saltos artificiales como el accidente sufrido en Los Ángeles por Toomas Heikkinen, los problemas de Bucky Lasek para meter el Subaru en un de las rampas o el accidente sufrido por Marcus Grönholm contra un petril de hormigón que puso fin a su carrera deportiva, el accidente sufrido por Scott Speed se ha convertido ya en uno de los más duros de la disciplina desde su llegada a Norteamérica. Concretamente, el estadounidense caía de forma muy dura de uno de los saltos artificiales (ni siquiera era el más grande) que caracterizan el circuito provisional situado en el Utah Motorsport Park.

El piloto estadounidense, ahora punta de lanza de Subaru of America y Vertmont Sportscars, sufría una gran compresión al volante del Subaru WRX STI, algo que le llevaba a ser evacuado rápidamente tras conseguir finalizar la carrera y salir por su propio pie del coche. En el hospital local sería sometido a una evaluación médica para valorar sus posibles lesiones. El parte lo descartaba por completo de mantener en competición el resto de fin de semana en un evento en el que Kevin Hansen se imponía (en 2018 lo hizo su hermano mayor), aunque quizás la peor noticia llegaba en el comunicado oficial realizado por el propio piloto: “me he roto la espalda”.

El abrupto aterrizaje en la Q1 dejaba a Scott Speed con la t6 destrozada, completándose el diagnostico con tres vertebras fracturadas que seguramente le obliguen a pasar por el quirófano, poniendo en riesgo el resto de su temporada en el ARX en el que mantiene una bonita batalla con su antiguo compañero en Volkswagen, Tanner Foust.

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