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Título a la vista. Crónica del GP de Estados Unidos

Victoria de Lewis Hamilton y cuarto título consecutivo para Mercedes AMG. El Gran Premio de Estados Unidos tuvo como resultado final lo que cualquiera se podría haber esperado a tenor del rendimiento del británico en todas y cada una de las sesiones celebradas este fin de semana en el Circuito de las Américas, pero al menos se lo tuvieron que currar gracias a una buena salida de Sebastian Vettel. Y si no, para bien o para mal siempre nos quedará Max Verstappen.

La extraordinaria arrancada del Ferrari de Vettel, que Hamilton intentó sin éxito cortar de raíz cerrando su lado izquierdo camino de la primera curva, alimentó la ilusión de una lucha de igual a igual en el primer escenario donde el británico podía alcanzar el título. Pero los problemas en aire sucio de Mercedes no fueron suficientes y a las pocas vueltas Hamilton recuperó la cabeza de carrera. Sebastian Vettel sólo volvió a verle cerca en una ocasión, al realizar antes que el líder su parada, lo cual en un trazado tan largo le permitió acecharle a la salida de boxes.

Afortunadamente la carrera jamás cayó en el aburrimiento pese a ver decantada bien temprano la lucha por la victoria. Los adelantamientos en mitad del pelotón abundaron, primero por la remontada de un Max Verstappen que alcanzó los seis primeros puestos para cuando empezó el primer turno de paradas y luego en torno a los Force India. El equipo indio prohibió luchas entre sus pilotos pese a que Sergio Pérez esgrimió un mayor ritmo que Esteban Ocon cuando ambos rodaban tras Felipe Massa y ello terminó condenando al mexicano, víctima de una maniobra de adelantamiento muy bien preparada por Carlos Sainz. Ello supuso la guinda a un gran debut del madrileño con Renault, un séptimo puesto que ya justifica su reemplazo por Jolyon Palmer antes de final de temporada.

Como por desgracia decimos demasiado a menudo en las crónicas post-carrera, en esas posiciones bien podría haber acabado Fernando Alonso, pero la fiabilidad dejó de lado al McLaren del asturiano una vez más, cuando peleaba con Esteban Ocon por ser el mejor terrestre. Finalmente el francés se hizo con el sexto puesto gracias a la «protección» de su equipo, hasta cierto punto comprensible dados los precedentes, y al abandono por rotura de motor de Daniel Ricciardo, quien durante la primera parte de carrera peleó con Bottas y Räikkönen. Pérez por su parte acabó octavo, aguantando así por delante de Massa y Kvyat.

Con Verstappen ya entre los cinco primeros Red Bull decidió jugar a ganar y adelantar su segunda parada, movimiento ante el cual Ferrari optó por proteger a Sebastian Vettel, hasta ese momento segundo pero con peor ritmo que Bottas y Räikkönen, sus perseguidores. Y aguantó a la salida de boxes por delante de Verstappen por bien poco, si bien rápidamente se despegó del neerlandés. No fue hasta las últimas vueltas cuando Vettel alcanzó a Bottas, previamente adelantado por Kimi, y el alemán pilló totalmente desprevenido al de Mercedes en la curva uno al doblar a Stoffel Vandoorne. Una maniobra pícara por su parte y digna de un gran reproche a Bottas por su despiste. Acto seguido Ferrari movió ficha y recordó a Räikkönen que su jefe de filas se acercaba…

No sólo era importante devolver a Sebastian Vettel «su» segundo puesto, sino también contener la remontada de Max Verstappen, que aún tuvo tiempo de superar con una frenada al límite a Valtteri Bottas y poner en aprietos a Kimi Räikkönen con una sorprendente maniobra en la última vuelta… pero recortando pista. Su tercer puesto al caer la bandera a cuadros se convirtió en una cuarta posición al recibir cinco segundos de sanción en una inusual rápida intervención de los comisarios. Con el reglamento en la mano, bien sancionado. Para cualquiera que haya visto el escaso respecto por los límites de la pista a lo largo de todo el fin de semana o que desee que se favorezcan los adelantamientos en Fórmula 1, un crimen. Pero la culpa no es ni de los comisarios, ni de Verstappen. Ni siquiera de la Fórmula 1, como bien sabrán quienes hayan visto carreras de resistencia en Austin. ¿Tan complicado es poner unas salchichas o hierba en ése interior? Si hay que correr en mares de asfalto por seguridad, acotémoslos al menos.

Ya que hablamos de resistencia, es lógico que buena parte de la carrera bajáramos la vista en la tabla de tiempos para buscar a Brendon Hartley. El debut del neozelandés fue discreto. Se tomó con gran calma la salida, llegando totalmente descolgado a la primera curva y se pasó casi toda la tarde tras la estela de un desastroso Lance Stroll. Él y Kevin Magnussen, con imán para los incidentes en las últimas carreras, fueron sin duda de lo peor del Gran Premio de Estados Unidos.

Sin apenas tiempo para respirar el Gran Circo se marcha ahora a México y con el título de constructores ya resuelto a favor de Mercedes lo lógico es que en el Hermanos Rodríguez veamos a Lewis Hamilton sentenciar también la corona de pilotos: goza de 66 puntos de ventaja sobre Sebastian Vettel, por lo que un quinto puesto haga lo que haga el alemán podría ser más que suficiente.

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