Desde hace décadas, Alpina llega a donde BMW no quiere llegar en sus coches de serie. Alpina nació como un preparador de motores especializado en BMW, pero pronto comenzó a retocar su comportamiento y la estética de los coches que caían en sus manos. Con los años, estos coches adquirieron tanta personalidad que Alpina recibió el estátus de fabricante por parte del estado alemán. Su última creación es el Alpina B7, un BMW Serie 7 cuyas prestaciones y aspecto van más allá de la propuesta inicial de BMW para su buque insignia: el B7 es lo más cercano hoy día al inexistente y utópico BMW M7.
¿Cómo es el nuevo Alpina B7 2019?
Como sabéis, BMW acaba de renovar al Serie 7. Un lavado de cara en el que incorpora aún más tecnología y en el que se ha renovado estéticamente. La nueva calandra es uno de los puntos más polémicos de este lavado de cara. Una parrilla XXL que Alpina ha dejado inalterada en el nuevo B7. Los alemanes sí han instalado un nuevo kit de carrocería, con un paragolpes frontal en el que encontramos nuevas entradas de aire funcionales. Unas nuevas taloneras y unas llantas de hasta 21 pulgadas de diámetro – y un diseño característico – adornan un perfil lateral elegante y sobrio.
En la zaga Alpina monta un pequeño spoiler sobre el portón del maletero, y cuatro colas de escape redondeadas. El disfusor también es de nueva factura. El coche tiene una deportividad sutil y sensata, que no pasa desapercibida. La preparación mecánica siempre ha sido el punto fuerte de Alpina: el motor 4.4 V8 TwinPower Turbo desarrolla 530 CV de serie, pero Alpina lo ha llevado hasta los 608 CV, acompañados de 800 Nm de par motor máximo, constantes entre las 2.000 rpm y las 5.000 rpm. Podrías pensar que estos 78 CV adicionales han sido cortesía de una simple reprogramación. Pero te equivocarías.
La turbina de escape de los turbocompresores tiene ahora 54 mm (un mayor diámetro) y los intercooler, creados ad-hoc, tienen un diseño optimizado por Alpina. La caja de cambios automática equipa el un software de control específico, llamado Alpina Switch-Tronic, con el que los cambios son más rápidos y se adaptan mejor al motor potenciado – también se ha reforzado el convertidor de par y algunos de sus engranajes internos. El resultado de todo esto no es solo es un 0 a 100 km/h de 3,6 segundos y una velocidad punta de 330 km/h, es una mejor respuesta a todo régimen y unas recuperaciones aún más fulgurantes.
El tarado de la suspensión adaptativa ha sido retocado por Alpina, una suspensión que es neumática y autonivelante en ambos ejes, por cierto. Sus diferentes ajustes específicos están integrados a la perfección en el sistema iDrive de BMW. El resultado es que el coche no se siente como una preparación, se siente como el producto nuevo y mejorado que es. En total, la suspensión se ha rebajado 15 mm con respecto al BMW 750i de tracción total, el punto de partida del Alpina B7. Tampoco podemos olvidar un equipo de frenado actualizado, diseñado para soportar los 608 CV de su motor V8.
Este tren de frenado está compuesto por discos delanteros de 395 mm de diámetro y unos enormes rotores traseros de 397 mm. Necesarios si tenemos en cuenta las prestaciones del coche y el hecho de que pesa 2,1 toneladas. La guinda la ponen unos neumáticos Michelin de altas prestaciones. En Alemania, su precio arrancará en 154.800 euros.
BMW Serie 7 
