El frenesí que está viviendo el segmento de los todoterrenos ansiaba la respuesta de uno de sus grandes colosos y por fin está aquí. El Mercedes Clase G estrena actualización, una renovación que sin traer grandes cambios o novedades, sí que presenta interesantes mejoras que pretenden servir al GELÄNDEWAGEN para reclamar el trono del 4×4 ahora que no para de conocer nuevos e importantes rivales como el Ford Bronco o el Toyota Land Cruiser 250.
El Mercedes Clase G 2024 es aún mejor todoterreno
No será fácil identificar a esta actualización del modelo que ya conocíamos, y es que Mercedes ha realizado muy pocos cambios a nivel de diseño, limitándose a estrenar una parrilla frontal de cuatro lamas en lugar de las tres anteriores, además de un nuevo diseño para los paragolpes delanteros y trasero. También se ha revisado el catálogo de llantas de aleación disponible, teniendo a nuestra disposición medidas de 18 a 20″.
La primera gran novedad de este Clase G 2024 la encontramos en la revisión que ha sufrido toda su oferta de propulsores, pues ahora todos los motores cuentan con tecnología microhíbrida de 48 voltios para reducir consumos y añadir un plus de rendimiento a modo de asistencia. En todas las mecánicas, el sistema de hibridación aportará un extra de 20 CV y 200 Nm.
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Serán tres los motores disponibles en esta gama 2024 del G, comenzando por un G 450d que hace uso de 3.0 turbodiésel de 6 cilindros en línea con 367 CV (+20 CV) y 750 Nm (+200 Nm), un G 500 con propulsor 3.0 Turbo gasolina de 6 cilindros en línea con 449 CV (+20 CV) y 560 Nm (+200 Nm) y terminando por el todopoderoso AMG G 63 con un 4.0 V8 Twin-Turbo de 585 CV (+20 CV) y 850 Nm (+200 Nm).
Manteniendo el chasis de largueros y travesaños, además de la configuración de eje rígido trasero y ruedas independientes en el eje anterior, Mercedes sí que ha decidido revisar el esquema de amortiguación para instalar de serie un sistema de amortiguadores adaptativos en los G 450d y G 500, optando por un mucho más avanzado sistema de amortiguadores interconectados AMG Ride Control en el G 63. Con este sistema debemos esperar una notable mejoría en el control de las inercias, pues esta tecnología trabaja de forma activa en el control del cabeceo y el balanceo.
En el apartado de conducción todoterreno, el nuevo Clase G descubre mejoras en su sistema de tracción gracias al estreno de tres programas predefinidos: Trail, Rock y Sand. Con ello se busca un mejor desempeño sobre superficies difíciles haciendo uso de la electrónica del vehículo, añadiendo a ello un mejor control de la tracción. Sin embargo, para cuando la electrónica no sea suficiente, el Clase G seguirá ofreciendo a sus conductores la posibilidad de echar mano de la supremacía mecánica, contando para ello con una transmisión automática de 9 relaciones por convertidor de par con reductora integrada y el imbatible triple bloqueo de diferenciales.
Las cotas todoterreno del Clase G sigue siendo soberbias, contando con 241 mm de altura libre al suelo, 700 mm de capacidad de vadeo, un ángulo de ataque de 31º, un ángulo ventral de 26º y un ángulo de salida de 30º. A ello se suma la promesa por parte de Mercedes de que este G será capaz de superar pendientes con un 100% de inclinación, además de ofrecer una circulación estable por pendientes laterales de hasta 35º.
Para finalizar el apartado todoterreno, Mercedes también ha aprovechado la integración de una nueva versión del sistema MBUX compuesto por dos pantallas LCD de 12,3″ para añadir la práctica función de capó transparente junto al sistema de cámaras 360º, lo cual resulta muy útil durante la conducción fuera pista, además de un modo Off-Road Cockpit para que el conductor tenga a su disposición toda la información posible durante la conducción todoterreno.
Mercedes Clase G 
