Esta misma semana hemos conocido, tras una batería de adelantos y teasers, el modelo que ocupará el hueco que deja el Renault Kadjar. Hablamos, efectivamente, del Renault Austral: un SUV que ha llegado con una sorpresa por parte de Renault. Se trata de un nuevo acabado bautizado como Esprit Alpine.
El Renault Austral Esprit Alpine se erige como el tope de gama y está basado en los niveles más altos de equipamiento: Techno e Iconic. Lo primero que llama la atención es el tono grisáceo que luce su carrocería ya que combina los acabados brillantes con los mates y ofrece la posibilidad de combinarlo tanto con un techo negro como con una terminación satinada para las barras laterales. Así es ‘Gris Schist Satin’.
Toques distintivos
El acabado Esprit Alpine cuenta con elementos estéticos propios como la parrilla con las barras horizontales teñidas de un gris satinado, los faros traseros con efecto 3D, los intermitentes dinámicos o acabado oscuro del nombre del modelo en la zaga. En el interior también habrá características específicas como la tapicería Alcantara de las puertas y los asientos delanteros que se complementa con costuras en contraste de color blanco y rojo.
A esto hay que sumar un volante calefactable que combina el cuero con el Alcantara, presente únicamente en las zonas de agarre. El Renault Austral Esprit Alpine llegará de serie con pedales de aluminio, asientos calefactables regulables eléctricamente en la fila delantera (con ajuste lumbar, además, para el conductor) y ‘Active Driver Assist’, el control de crucero adaptativo inteligente.
¿Qué relación hay con Alpine?
La marca francesa no ha desvelado, por el momento, qué motores acompañaran a la línea Esprit Alpine aunque se espera que sean los más potentes, es decir, los Full-Hybrid que entregan 160 y 200 CV. Si la parte mecánica permanece intacta igual que la puesta a punto del Renault Austral, la pregunta es evidente: ¿existe algún tipo de conexión con Alpine?
La división más prestacional de la casa francesa ha dejado su huella en varios puntos como, por ejemplo, el diseño Daytona de las nuevas llantas de aleación de 20 pulgadas. Es visible también en las dos insignias laterales donde podemos leer ‘Esprit Alpine’, en el bordado azul de los reposacabezas, en los umbrales de las puertas o en el cuadro de instrumentos digital que da la bienvenida al conductor con secuencia específica.
La relación entre el Renault Austral Esprit Alpine y Alpine termina ahí. Es un amago de deportividad porque esa parte prestacional se reduce, únicamente, a la estética del nuevo SUV francés. Algo que ocurre, también, con las versiones R-Line de Volkswagen, las AMG-Line de Mercedes, los N-Line de Hyundai o los packs M de BMW: hacen el coche más atractivo, pero no añaden nada tangible a su conducción.
Renault Austral 
