Poco queda por decir del Bugatti Veyron, además, el superdeportivo está llegando al fin de su producción estimada de 300 unidades coupé y 150 Grand Sport. Lo hemos visto vestido de gala en innumerables ediciones especiales, tan brillante como un espejo o enfrentándose al Pagani Zonda F Roadster en Top Gear pero podemos decir que aún no lo hemos visto hacer drifting. Ya que el agarre de su tracción integral y sus neumáticos es masivo, necesitamos un firme deslizante, las carreteras nevadas de la Suecia ártica.
En total tres vídeos, el primero de ellos un aperitivo, el Veyron rodando tranquilamente por unas apacibles carreteras nevadas mientras que se dirige a una amplia pista nevada. En la segunda parte, su dueño desconecta el ESP y da rienda suelta en un entorno controlado a los 1.001 CV que emana el 8.0 W16 quad-turbo. El resultado son impresionantes cruzadas con un superdeportivo de dos toneladas dejando enormes estelas de nieve en un controlado deslizamiento lateral. Un espectáculo digno de verse.
Como postre, el Bugatti, cubierto ya de nieve se relaja paseando por carrteras nevadas de nuevo, rumbo a su garaje. Merece la pena perder los 9 minutos del total combinado de los vídeos, especialmente por la segunda parte, no muchos millonarios se dedican a derrapar en la nieve y el hielo con un juguete personalizado valorado en más de un millón de euros para el que tengo dudas existan neumáticos de invierno de su medida. ¿Se atrevería a llevarlo al invernal Nürburgring?
Vía: autoblog
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