Cuando hablamos de deportivos clásicos de Ford irremediablamente nuestra mente se dirige hacia el Ford GT40, una de las creaciones más bonitos que ha salido del estudio de diseño del óvalo. Pero curiosamente, esta unidad tan especial no fue concebida en Estados Unidos, sino en los estudios de diseño de Ford en el Reino Unido, de ahí que el volante vaya a la derecha.
Se trata de un 1965 Ford GT40 Works Prototype Roadster, una de las cinco unidades que se crearon a modo de prototipo y una de las cuatro que han conseguido sobrevivir a más de 45 años de Historia. Dicho esto, no hace falta decir que este juguetito es un todo un caramelo para los coleccionistas y una joya para casi cualquier aficionado al mundo del automóvil.
Tras casi cuarenta años desaparecido, este chasis GT/111 se restauró en 2006 y desde entonces ha estado corriendo en las más prestigiosas carreras de clásicos y ahora puede pertenecer al mejor postor gracias a su subasta en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este el próximo mes de mayo. Restaurado completamente y con el certificado de autenticidad puesto al día (Euromillones ven a mi).
Pese a ser un prototipo, llegó a participar en competición, aunque con un final no demasiado feliz y sólo durante una carrera. En 1965, John Whitmore y Bob Bondurant lo pilotaron en la Targa Florio y lo alzaron hasta la tercera posición, pero un incidente en carrera y los daños ocasionados por el mismo en el chasis les obligó a abandonar la carrera.
Desde entonces estuvo perdido, hasta que se rescató del olvido en 2006, como he dicho antes. Tras un proceso de restauración y verificación de su autenticidad, este Ford GT40 tan especial pasó a manos privadas para llegar hasta donde ha llegado ahora, a una de las subastas más exclusivas del mercado de clásicos. Esperemos que acabe en buenas manos.
Fuente: Top Gear | Autoblog.com
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