Jimmie Johnson, el multicampeón de la NASCAR, al fin pudo subirse a un monoplaza de la IndyCar y completar sin problemas una prueba que había sido postergada hasta en dos ocasiones. Al volante del coche de Felix Rosenqvist, y bajo la atenta mirada de Scott Dixon, Johnson completó unas 120 vueltas al circuito de Indianapolis Motor Speedway, dejando la puerta abierta a cualquier opción para integrarse a la IndyCar tras anunciar que luego de este año se retirará de la NASCAR a tiempo completo.
El piloto de 44 años se presentó a la prueba con un atuendo similar al utilizado por Steve McQueen en la película Le Mans, aunque en el de Johnson destacó su propio logotipo JJ del lado derecho. La razón es que el piloto tiene contrato con Hendrick Motorsport y por tal razón utiliza un Chevrolet Camaro en la NASCAR, así que no podía asistir al evento con su habitual uniforme de carrera ya que la publicidad de Chevrolet es incompatible con el motor Honda instalado en el monoplaza de Chip Ganassi Racing.
Sin duda los consejos, recomendaciones y supervisión de Dixon, actual líder de la temporada IndyCar y una leyenda viviente de la categoría, funcionaron muy bien para Jhonson, así lo hizo saber el piloto de la NASCAR, quien al principio necesitó de pocas vueltas para hallar los puntos de frenado y las áreas donde podía acelerar a fondo. los registros de tiempo y otros aspectos que se evaluaron no han sido revelados, pero Jhonson considera que su desempeño fue bueno e inclusive asomó la opción de estar disponible para participar en la IndyCar de 2021 si algún equipo estaba interesado en sus servicios.
En palabras de Jimmie Johnson:
Siempre ha sido mi sueño ser piloto de la IndyCar. Al final, tomé una dirección diferente [NASCAR] que funcionó bien para mí. Esto, sin embargo, enciende mi fuego nuevamente. Hoy he superado mis expectativas.
Vía | Motorsport Total
