La situación interna en la escudería Alpine es delicada y su perspectiva de mejorar a corto y mediano plazo es muy incierta debido al éxodo de personal y a los evidentes problemas que arrastra Renault con sus motores. La publicidad para el fabricante ha sido negativa y lo peor es albergar la esperanza de que el panorama puede cambiar pero a partir de 2026, cuando tal vez no exista nada para rescatar. En el paddock de Bahréin comenzaron los rumores acerca de una aproximación entre Michael Andretti y Luca de Meo para negociar el precio de la escudería.
Andretti y Cadillac poseen los recursos para comprar la escudería Alpine con todo y su programa de motores, inclusive pagar unos mil millones de dólares ahora mismo por Alpine F1 sería un mejor negocio que esperar hasta el 2028, fecha tentativa concedida por la Fórmula 1, para volver a intentar su ingreso al campeonato, porque la estructura americana se quedaría con la sede de Enstone y el cupo para competir, sin desembolsar cifras adicionales ni esperar la aprobación de los demás equipos.
No está fácil para Luca de Meo, director general del Grupo Renault, seguir adelante con su programa de Fórmula 1, el inicio de esta temporada lleva a presagiar que no van a salir del último lugar entre los constructores y además les costará mucho sumar puntos porque inclusive están lejos de Haas F1 en términos de ritmo. La reputación de Renault está en juego y una temporada desastrosa en la Fórmula 1, más la cobertura mediática sobre lo que sucede, seguramente tendrá repercusión en las ventas comerciales de la marca. Ante esto, muchos se preguntan cuánto tiempo durará el respaldo de Renault hacia un proyecto que ahora mismo está huérfano de personal capacitado en el área técnica.
También atenta contra la imagen de Renault tener la unidad de potencia más deficiente del campeonato y además no tener clientes que apoyen en la parte financiera y en el desarrollo. El programa francés en lo que respecta a motores de Fórmula 1 viene en picada y el propio fabricante es el único responsable de lo que está sucediendo al realizar una apuesta equivocada antes de congelar el desarrollo de su actual especificación, la cual se calcula posee un déficit de medio segundo por vuelta con respecto a los demás motores.
Desde hace algún tiempo también se viene especulando sobre problemas internos entre el personal de Enstone y el de Viry-Châtillon, una de las situaciones que generó la reestructuración interna que todavía está en proceso, inclusive ciertos rumores apuntaban a que desde Enstone sugirieron solicitar motores de otro fabricante, lo que no fue desmentido por Bruno Famin, quien puntualizó que sin Renault en el proyecto no tendría sentido tener una fábrica de chasis.
Alpine está en horas bajas y lo que viene no está fácil de asimilar. El A524 es con diferencia el peor monoplaza de la parrilla y es muy probable que en los próximos meses accionistas, socios y patrocinadores comiencen a exigir resultados o la garantía de que sus respectivas inversiones no están en riesgo, situación que abriría las puertas al dinero de Andretti para que asuma la propiedad del equipo.
Vía Nextgen Auto
