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Carlos Sainz y un enfado imposible de ocultar en la Ciudad del Pecado

Fin de semana muy amargo para los pilotos españoles, al menos en lo que se refiere a la clasificación para el Gran Premio de Las Vegas. En el caso de Carlos Sainz, un error completamente ajeno a él y a su equipo lo han hundido deportivamente en la cita estadounidense y además se habla de que los gastos por las reparaciones son millonarios para la Scuderia Ferrari. En el caso de Fernando Alonso, tras la exhibición en Brasil, la última visita al país de las barras y las estrellas parece estar lejos de ser el sinónimo de ilusión que tuvo por ejemplo el viaje a Miami.

Sin embargo, el asturiano también compartía sus opiniones (tanto él como Verstappen consideraban excesiva la sanción de 10 posiciones) sobre lo que está siendo la polémica del fin de semana; lo sucedido en la FP1 con el SF-23 de Carlos Sainz y la ya famosa tapa de alcantarilla mal cerrada que dejó con un agujero el monoplaza del madrileño y que posteriormente le llevó a penalizar por los daños producidos en la montura del de Maranello.

Seguramente no habrá tampoco que recalcar mucho más que a la Fórmula 1 le ha faltado cintura para encarar esta situación, como también le faltó hace unos años cuando el Williams de George Russell casi se parte en dos también por una tapa de alcantarilla que estaba mal soldada y que a punto estuvo de generar una desgracia. Si ya era duro conocer que Sainz partirá con 10 posiciones de penalización después de reponerse de la situación del viernes, lo era más aún al ver a Carlos hacer el segundo mejor tiempo en la Q3, quedándose a 44 milésimas del Ferrari de su compañero, Charles Leclerc.

La frustración y rabia que siento no se irán fácilmente, lo que ha pasado habla por sí solo. Había un problema de seguridad en el circuito que destrozó mi coche. Mis mecánicos debieron invertir cinco horas en reconstruir un coche nuevo, y luego recibimos una penalización de diez puestos por algo que no tiene nada que ver con nosotros – Carlos Sainz

De partir de primera línea de parrilla a salir 12º detrás de Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Checo Pérez y sabiendo que a sus espaldas también estará la buena velocidad y ritmo de los McLaren. Aunque no es un piloto que deje frases muy gruesas a pesar de que sele ser muy claro y directo en sus declaraciones, como también lo es su padre, Sainz no escondió su decepción. Por delante, un domingo en el que el SF-23 tiene potencial para acabar en el podio, pero que en el caso de Carlos, estará muy condicionado en caso de que se confirmen las negativas perspectivas en cuanto a los puntos de adelantamiento.

Estoy decepcionado, pero no sorprendido. Ya este año se ha demostrado que este deporte puede cambiar en varias situaciones. Sí me sorprende que quien hace las reglas no tenga el poder, en un caso de fuerza mayor, para regular por encima cuando algo está tan claro que no depende ni del equipo ni del piloto. Pero las normas, los equipos… esperaba más del deporte en esta situación. Hay equipos rivales que aprietan para que reciba una penalización y me sorprende un poco, pero llevo mucho tiempo en el deporte y entiendo que esto es un negocio, que hay mucho dinero a la hora de terminar en una posición u otra. Estoy extremadamente decepcionado y enfadado con toda la situación. Esa es la palabra. Y de mal humor, esperaba más del deporte – Carlos Sainz

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