Llegó el momento. Ken Block y su inigualable Ford Mustang de 1965 con 1.400 CV de potencia se han enfrentado a la Subida de montaña más famosa del planeta, al Pikes Peak, dejándonos posiblemente la que es una de las ‘Gymkhanas’ más espectaculares de las últimas realizadas por el piloto estadounidense y su equipo. Dos decisiones muy acertadas, la primera, la de desplazarse a la famosa montaña del Colorado. La segunda, la de incluir dos turbocompresores de gran tamaño a su ya de por sí espectacular bloque V8.
El resultado, mucho humo de neumáticos, goma pintando el asfalto de negro azabache y la necesidad de llevar mascarilla para evitar la ingesta masiva de metanol y los derivados de su combustión. El Hoonicorn V2 ha conseguido hacer olvidar por un día a la “Carrera hacia las nubes” en un cortometraje en el que nos encontramos con algún que otro guiño interesante, especialmente el tapar el sol con la mano, tal y como hizo Ari Vatanen en su famoso Climb Dance. Será muy difícil que este se convierta en un vídeo de culto como este último.
No suele ser habitual el ver a los pilotos que afrontan la icónica carrera norteamericana deslizar tanto en su recorrido, al menos no tanto desde que se decidió asfaltar por completo. La imagen de ver a Ken Block jugando al límite, prácticamente en la cuerda floja, en la curva de Devil’s Playground, sin duda será una de las más recordadas por los incondicionales al funambulista de Long Beach.
