Las motos más vendidas en España son, con diferencia, las scooter urbanas de 125 centímetros cúbicos. Se pueden pilotar si tenemos tres años de carnet B de coche, o con el carnet A1 desde los 18 años. Son baratas de comprar y mantener, y consumen muy poco combustible. La reina del sector es la Honda PCX 125, pero su trono está amenazado por motos de rueda alta de origen coreano, y por rivales duros de su mismo origen japonés. Entre ellas, esta superventas: llena su depósito con 11 €, es full-equip de fábrica y es la peor pesadilla de la Honda PCX.
Yamaha NMAX 125 2023, el rival más duro de la Honda PCX
La Yamaha NMAX 125 es la scooter de 125 de gran volumen de la marca japonesa. Es un producto de calidad, pero no tiene las aspiraciones premium de la Yamaha XMAX 125, con la que comparte segmento. La NMAX busca maximizar la relación calidad-precio sin disparar su coste, en busca del cliente que necesita una scooter urbana, pero no quiere renunciar a la fiabilidad, valor de reventa y calidad que se le presupone a una marca tan reconocida. Es una moto de rueda pequeña y posición baja de pilotaje, orientada a un uso cómodo y ágil en ciudad.
Fotos de la Yamaha NMAX 125
Su asiento doble está a 765 mm del suelo. Podemos apoyar los pies en el suelo al completo cuando nos detenemos y su postura de pilotaje es erguida, sin provocarnos dolores de espalda. Su peso de 131 kilos y sus llantas de 13 pulgadas son los ingredientes necesarios para que no solo maniobrar en parado sea sencillo, si no también movernos entre el tráfico. Por contra, su rueda pequeña no es tan efectiva en la absorción de grandes baches y a velocidades elevadas, una scooter de rueda grande siempre tendrá un plus de estabilidad.
Es una moto de diseño amable y tecnológico, sin caer en un diseño recargado, se siente moderna y actual, especialmente gracias a su gran óptica LED frontal y a su parabrisas discreto. El corazón de la moto es un motor Blue Core de un solo cilindro y refrigeración líquida. Desarrolla 12,2 CV a 8.000 rpm, una cifra más que correcta, y presume de un consumo medio muy bajo, de solo 2,2 l/100 km. Este consumo es idéntico al de la Honda PCX, y también cuenta con un sistema similar Start & Stop, que desconecta el motor cuando nos detenemos.
Su parte ciclo combina una horquilla telescópica delantera con un único amortiguador trasero, y al contrario que la PCX – cuyo freno trasero es un tambor – presume de doble disco de freno de 230 mm de diámetro. Tiene ABS de doble canal de serie, y suma a la ecuación un equipamiento poco común en las 125, control de tracción. Como buena moto de corte urbano, debe tener la practicidad en mente. Por ello, tiene un sistema Smart Key que nos permite arrancar la moto, abrir el cajetín o la tapa de repostaje sin sacar la llave del bolsillo.
Bajo el asiento cabe al menos un casco integral – o dos casos jet, haciendo un poco de tetris – y sobre el mismo caben dos personas, teniendo el pasajero asideros cómodos. La instrumentación es de tipo LCD, y además de ser completa, se puede conectar mediante Bluetooth a nuestro smartphone – mediante la app MyRide de Yamaha – notificando llamadas entrantes, correos o SMS. Una toma de corriente y dos bolsillos delanteros complementan una moto a la que se le pueden poner muy pocas pegas en cuanto a planteamiento o ejecución.
Quizá el punto que dividirá la opinión del público está en su factura final. La Yamaha NMAX 125 tiene un precio de 3.799 euros. Es unos 450 euros más cara que una Honda PCX 125, aunque tiene una parte ciclo más robusta, ABS de doble canal y control de tracción. Aun así, es 1.700 euros más barata que una Yamaha XMAX 125, y 700 euros más barata que una Yamaha Tricity 125 de tres ruedas, que comparte mecánica y muchos elementos con la NMAX. Eso sí, es unos 1.000 euros más cara que las 125 coreanas de rueda alta, de menor calidad y planteamiento más low-cost.
Fotos de la Yamaha NMAX 125
