Automarket nos adelanta que el próximo año al Mini Cooper S de gasolina, con sus actuales 184 CV, le acompañará una versión turbodiésel de elevadas prestaciones. Ese motor será probablemente un tetracilíndrico de 2.0 litros y procedencia BMW.
Exactamente sería una variante del motor que usa el BMW 118d y el 318d que entregaría 150 CV de potencia y un par máximo de 300 Nm entre las 1.750 y las 2.500 rpm si atendemos a los parámetros que ofrece originalmente el motor a excepción de la potencia, que sería el valor que crece. Sobrepasaría claramente en prestaciones al Cooper D de 109 CV y establecería un valor intermedio entre el Cooper y el Cooper S.
Dudo mucho que, por su menor potencia y su mayor peso, este Cooper S diésel sobrepasara en prestaciones al Cooper S de gasolina con su 1.6 turboalimentado pero las dejará en muy buen lugar y ofrecerá un menor consumo seguro. El Cooper S es capaz de rodar hasta los 228 km/h y rompe el 0 a 100 km/h en 7 segundos.
Dado el éxito del diésel hasta en algunas versiones deportivas de compactos, con un buen ejemplo en el Volkswagen Golf GTD, no es de extrañar que Mini haya visto un gran filón al asociar “Cooper S” con un diésel bastante potente para su peso. La siguiente pregunta es, ¿cómo lo van a llamar? ¿Cooper S D?
Es cierto que no hay confirmación oficial pero parece que la información proviene de una fuente fiable. En breve además conoceremos un nuevo lavado de cara para el Mini que os hemos anticipado a través de unas fotos espía de un Mini Cooper S.
Nota: la foto superior corresponde al Mini Cooper S 2008.
Vía: autoblog.it | automarket.ro
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