La llegada de Ulrich Hackenberg como máximo responsable del departamento de I+D de Audi promete que dará bastantes titulares, titulares donde destaca sobremanera el empecinamiento de Hackenberg por llevar a la vida el Audi R8 e-tron como escaparate rodante de los logros de la firma de Ingolstadt.
Se trata de un proyecto que ha sufrido numerosos altibajos en los que han destacado la escasa autonomía del deportivo a la hora de ir realmente rápido y el disparatado coste de seguir evolucionando una idea que tiene en el aire su viabilidad comercial. El Audi R8 e-tron ha pasado más tiempo desmintiendo rumores sobre su futuro que demostrando su capacidad real, y ahora Hackenberg quiere dar un golpe sobre la mesa desarrollando el deportivo eléctrico definitivo.
En busca del deportivo eléctrico a baterías
Audi tiene ante sí un ambicioso proyecto bajo las siglas e-tron: electrificar la totalidad de su gama mediante esquemas híbridos enchufables y algunas variantes 100% eléctricas. El Audi R8 e-tron tendría que haber sido el primer referente de este plan, pero su disparado presupuesto lo llevó a sufrir un paréntesis hasta la llegada de Hackenberg.
Así, el plan de electrificación sigue su curso y el primer e-tron será finalmente un híbrido enchufable bajo la piel del Audi A3. Queda claro que no es lo mismo, y más cuando Audi se jactó del rendimiento del Audi R8 e-tron en Nürburgring con un tiempo de 8:09:099. Es momento de recuperar la idea original del R8 e-tron y volverlo a colocar en su lugar como modelo “halo”.
El primer punto con el que el Audi R8 e-tron pretende recuperar el tiempo perdido es en la autonomía. Un drástico aumento de la autonomía por carga hasta los 450 Km desde los 215 Km que era capaz de cubrir la última evolución conocida del deportivo eléctrico. Además, todo apunta a que Hackemberg habría dado los pasos necesarios para que el Audi R8 e-tron comience a usar la nueva plataforma que dará vida a la segunda generación de Audi R8 y que a su vez comparte con el Lamborghini Huracán.
Al mismo tiempo, el anterior Audi R8 e-tron declaraba una potencia máxima de 380 CV y un par máximo de 820 Nm sobre el tren posterior. El acumulador energético empleaba la tecnología Ion-Litio con 48,6 kWh de capacidad. La aceleración para el 0-100 Km/h caía en los 4,2 segundos y la velocidad máxima estaba limitada electrónicamente en los 200 Km/h.
Todas cifras que ahora prometen una contundente mejoría de cara a defender lo que siempre fue el Audi R8 e-tron: un laboratorio rodante donde poder demostrar hasta donde Audi ha sabido y podido llegar. ¿Tiene sentido seguir adelante con el Audi R8 e-tron? Sí, sin ser quizás la mejor definición de deportivo, su tecnología servirá para dar a luz al futuro de la marca.
Fuente: Autocar.co.uk
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