El mundo de los rallye es un submundo realmente bonito dentro del crisol cultural que es la afición al motor. Es especialmente apasionante a nivel de aficionado y a nivel de cultura popular. Personalmente, me llama mucho más la atención un coche como el Mercedes 190 que protagoniza este artículo que un coche que compite en el WRC al máximo nivel. Aunque solo sea por el grado de compromismo, afición e ingenio que exige crear y competir con un coche tan peculiar. Hablamos de un coche de rallyes… ¡con motor diésel de 340 CV!
Como quizá estabas sospechando, hablamos de un coche que compite en rallyes de nivel regional, y lo hace en el norte de Europa, concretamente en Finlandia. Finlandia es uno de los países europeos con más afición a este deporte, y posiblemente la mejor cantera de pilotos de todo el continente. No en balde, deben saber controlar sobrevirajes y derrapes para poder aprobar el carnet de conducir, además de conducir durante meses en firmes realmente deslizantes. ¡No nos extraña que el piloto de este Mercedes 190 tenga semejantes manos!
Con un motor diésel de 340 CV y 500 Nm de par motor, este Mercedes tiene un sonido que no parece el de un motor alimentado por gasóleo, si no de un seis en línea de gasolina. El coche tiene unas prestaciones de órdago y derrapa a altas velocidades, mientras levanta una nube de polvo y deja tras sí nubes de humo negro, procedentes de la combustión del gasóleo. Un espectáculo solo comparable al control del vehículo por parte del piloto. Si piensas que los pilotos de rallye fineses están hechos de otra pasta… estás en lo cierto.
