El Maserati MCPura es un deportivo de motor central de enfoque claramente prestacional, situado en el segmento de los superdeportivos y concebido como una evolución del MC20. Se trata de un modelo que prioriza el diseño, la ligereza y las sensaciones al volante. Su desarrollo responde a la estrategia de la marca de reforzar su imagen deportiva, con una producción limitada y un posicionamiento muy aspiracional. El modelo se fabrica en Módena, en la histórica planta de Maserati en la Viale Ciro Menotti.
El Maserati MCPura compite directamente con modelos como el Ferrari 296 GTB, el Lamborghini Temerario, el McLaren Artura, el Porsche 911 Turbo S o el Aston Martin Vantage, alternativas muy consolidadas dentro del universo de los deportivos de altas prestaciones. A nivel técnico, utiliza un chasis monocasco de fibra de carbono desarrollado internamente por Dallara expresamente para este modelo.
Diseño del Maserati MCPura
El diseño del Maserati MC Pura apuesta por unas proporciones muy bajas y anchas, con el motor situado en posición central trasera, lo que refuerza su carácter de superdeportivo. La silueta es muy fluida, con líneas tensas y superficies limpias que buscan un equilibrio entre agresividad y elegancia, una de las señas de identidad históricas de la marca.
El conjunto está muy enfocado a la aerodinámica, con tomas de aire bien integradas, todas con una función, y una carrocería pensada para maximizar la eficiencia a alta velocidad. No es un coche discreto, pero tampoco recurre a excesos visuales innecesarios. Entre las pinturas disponibles, destaca el naranja Devil Orange, un homenaje a Maria Teresa de Filippis, la primera mujer en correr en la Fórmula 1.
En los detalles se aprecian elementos característicos como la parrilla frontal con el tridente de Maserati, ópticas afiladas con tecnología LED, una zaga muy musculosa junto a un difusor trasero de grandes dimensiones y unas salidas de escape integradas que refuerzan su imagen prestacional.
En cuanto a medidas, el Maserati MCPura mide 4.667 mm de largo, 1.965 mm de ancho y sólo 1.226 mm de alto, situándose entre los modelos más compactos y bajos de su categoría. Está disponible con carrocería coupé y tipo targa con techo duro retráctil (MCPura Cielo).
Interior del Maserati MCPura
El interior del Maserati MCPura combina un diseño claramente orientado al conductor con materiales de alta calidad y una atmósfera muy deportiva. El salpicadero tiene un diseño envolvente, con una posición de conducción muy baja, y un volante forrado en Alcantara achatado en sus partes superior e inferior -muy similar al del GT2 Stradale de carreras-.
La instrumentación es completamente digital, acompañada por una pantalla central para el sistema de infoentretenimiento, con toda la conectividad que puedes necesitar hoy en día. El espacio dentro es lógicamente limitado, condicionado sobre todo por el monocasco de carbono. El maletero ofrece una capacidad de 100 litros, lo justo para un uso puntual.
Motor del Maserati MCPura
La gama mecánica del Maserati MC Pura está claramente orientada a las prestaciones, con un motor de gasolina sin ningún tipo electrificación. Utiliza un motor V6 biturbo de 3.0 litros y 630 CV a 7.500 rpm derivado de la familia de motores V8 F154 de Ferrari, pero profundamente modificado en su desarrollo por Maserati. La marca llama a este motor «Nettuno».
El motor es un portento. Suena increíblemente bien y permite al MCPura hacer el 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanzar los 325 km/h de punta. Se estira con ganas y tiene un empuje que no parece terminar nunca. Tiene tecnologías muy avanzadas, como la precámara inspirada en la Fórmula 1, y entrega 730 Nm de par entre las 3.000 y las 5.500 rpm.
Dinámica del Maserati MCPura
El Maserati MCPura utiliza un monocasco de fibra de carbono, diseñado específicamente para este modelo, con suspensión de doble triángulo superpuesto en ambos ejes. La dinámica de conducción y la puesta a punto son dos aspectos brillantes del MCPura.
El paso por por curva y el equilibrio del coche son excepcionales, al igual que el tacto y la potencia de los frenos -con discos carbocerámicos-. La dirección es directa y muy comunicativa, pero sin pasarse de directa, y la suspensión es capaz de filtrar adecuadamente los baches sujetando muy bien la carrocería. Es un coche divertido y explotable en un tramo de montaña, sin necesidad de un circuito, gracias a una electrónica muy bien puesta a punto que actúa de manera casi invisible.






