El Toyota Yaris Cross es un SUV, del segmento B, fabricado por Toyota desde 2020. Actualmente se comercializa la primera generación, presentada en 2020. El Toyota Yaris Cross se caracteriza por ofrecer un diseño muy emocional y contar, además, con tecnología híbrida de última generación. Se fabrica para Europa en la planta de Toyota en Valenciennes, Francia.
Entre los B-SUV que aspiran a rivalizar con el Toyota Yaris Cross nos encontramos con otros SUV de su clase, entre los que destacan el Renault Captur, el Peugeot 2008 y el SEAT Arona.
Diseño del Toyota Yaris Cross
El Toyota Yaris Cross destaca sobre el resto de modelos de la marca japonesa: estrena un lenguaje de diseño muy atractivo, mucho más atrevido de lo habitual dentro de las creaciones de Toyota. Sus líneas muy marcadas y su frontal, muy rotundo, dan pistas sobre el carácter que Toyota ha querido imprimir en su creación.
Destacan detalles como las ópticas delanteras, con un tinte oscuro para su fondo, o el perfil tanto de los pasos de rueda como de los bajos, revestidos en plástico negro sin pintar para reforzar la imagen campera del modelo japonés. Tal y como ha quedado claro en la nueva generación del Toyota Yaris, modelo en el que está basado, la estética vuelve a ser un factor clave en la marca: es posible configurar el Toyota Yaris Cross con diferentes combinaciones cromáticas para techo y carrocería.
El Toyota Yaris Cross mide 4.18 metros de largo, lo que supone un incremento de 24 centímetros respecto a la longitud del Toyota Yaris con carrocería tradicional. Se trata de un vehículo con unas dimensiones bastante contenidas, pero que debido a su aspecto da la sensación de ser un vehículo más voluminoso de lo que es en realidad.
Motores del Toyota Yaris Cross
El Toyota Yaris Cross está disponible únicamente con una motorización de tipo híbrido. Se trata de un sistema de propulsión híbrida que comparte con la nueva edición del Toyota Yaris, una mecánica híbrida no enchufable de cuarta generación que utiliza un motor térmico de ciclo Atkinson, tres cilindros y 1,5 litros de cubicaje de 99 CV al que se le asocia un motor eléctrico de 80 CV, ofreciendo una potencia total de 116 CV.
Se asocia a una transmisión epicicloidal automática que maximiza la eficiencia del conjunto, pudiendo ofrecer tracción delantera o tracción integral si se opta por instalar un segundo motor eléctrico independiente en el eje posterior. Este nuevo sistema híbrido es capaz de maximizar el tiempo durante el que el vehículo está impulsado únicamente con electricidad.
Los consumos y el bajo nivel de emisiones son dos puntos clave de este nuevo sistema híbrido: según el fabricante, el Toyota Yaris Cross será capaz de consumir menos de 4 litros/100 km y emitir menos de 100 gr de CO2 por cada kilómetro recorrido.
Interior del Toyota Yaris Cross
El habitáculo del Toyota Yaris Cross está construido de manera que resulta prácticamente indistinguible del que ofrece el Toyota Yaris en su versión más convencional. De esta manera nos encontramos con un interior de calidad, con buenos materiales y un diseño moderno que resulta, además, muy práctico gracias a la profusión de huecos en los que depositar diferentes objetos.
Detalles como la iluminación en un suave color azul o la instrumentación digital hacen ganar enteros a un interior que además ofrece más espacio que nunca gracias a la optimización de sus recursos a la hora de la construcción. Así pues, cuatro personas viajarán con total comodidad en el Toyota Yaris Cross, mientras que cinco podrán hacerlo algo más apretadas. Además, el maletero cubica más que el del Toyota Yaris, pudiendo plegar los respaldos de la segunda fila de asientos de manera individual.
Dinámica del Toyota Yaris Cross
El Toyota Yaris Cross se construye utilizando la plataforma modular TNGA-B de Toyota, la misma que emplea el Toyota Yaris convencional, aunque resulte algunos centímetros más alto y ancho. Según Toyota, el Yaris Cross es un vehículo con una carrocería extremadamente rígida que, además, ofrece un paso por curva muy dinámico.
La marca ha trabajado intensamente en desarrollar un vehículo que resulte atractivo de conducir, aunque evidentemente con sus 116 CV no se pueden esperar prestaciones de superdeportivo. Es cierto, eso sí, que gracias al extra de la tracción integral inteligente podremos superar caminos y superficies deslizantes con más facilidad, aunque sus cotas no sean, para nada, las de un vehículo preparado para circular con asiduidad fuera del asfalto.