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La desesperada súplica de Fernando Alonso a Alpine para evitar el abandono

Completamente desesperado. La gira americana no ha sido hasta el momento la soñada por parte de Fernando Alonso el cual ha vivido en apenas una semana varios momentos de máxima dureza, empezando por el fuerte impacto con Lance Stroll en Austin y seguido en este caso por toda la disputa con su sanción de 30 segundos y el descorazonador abandono sufrido en México de nuevo por problemas de fiabilidad.

Las declaraciones posteriores al Gran Premio mexicano nos dejaron a un Fernando Alonso con muy pocas ganas de hablar, destacando que siempre es al coche 14 al que le persiguen todos estos ‘duendes’ técnicos que le llevan una vez más a dejarle sin puntos en el que estaba siendo una de sus mejores carreras. Sin embargo, fue incluso más doloroso aquello que no se escuchó antes del «Increíble. ¡Qué temporada! ¡Qué temporada!» que se pudo escuchar en directo a través de la retransmisión oficial.

Durante varias vueltas, el bicampeón Mundial le pide a su muro que encuentre una solución para esa repentina pérdida de potencia que estaba experimentando en su coche. Tal y como se ha podido escuchar en esas comunicaciones por radio emitidas en el programa de DAZN, ‘Código F1’, esos momentos tortuosos que se convirtieron en casi una súplica por parte de Alonso para esquivar el abandono y una nueva pérdida de puntos, muestra inequívoca de que se encuentra completamente involucrado en la lucha tanto por el campeonato de pilotos como en esa lucha entre McLaren y Alpine por la posición en el de constructores.

Tras el mensaje de su ingeniero de «PU-3, posición seis. Urgente» todo fue en cascada. El propio piloto reflejó su preocupación, apuntando que «No está yendo bien, tío. Dame otra configuración. Dame otra solución, tío«. Su ingeniero de pista le indicó otros cambios en los switchs de su volante en el modo motor, pero ese propulsor térmico estaba herido de muerte. Con un cilindro menos en el V6, Alonso no llegaba ni siquiera a engranar la octava marcha, con un claro déficit de velocidad punta que le llevaba a perder un segundo en el primer sector.

«Nada… Dame algo. ¿O necesitáis que pare?» decía Alonso para preguntar sobre una posible detención en boxes para resetear el coche. Desde el muro sólo acertaron a pedirle que evitara el Quickshift, antes de solicitarle otro cambio de posición en el mapa que tampoco dio resultado. «Por favor, seguid intentándolo. Que mejore un poquito ahora«. Ya no importó demasiado, Esteban Ocon recortó la diferencia y entró en rango de DRS y las prestaciones de la unidad de potencia del Alpine número #14 nunca más volvieron a recuperarse ayer en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

El resto de la historia ya lo conocemos, puñetazo al aire enrabietado, saludo al público que le vitoreaba,  unos segundos para tranquilizarse en el muro de neumáticos y la vuelta al paddock montado en la reluciente Harley-Davidson Street Glide de uno de los comisarios.

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