Antaño, el arquetipo de buen conductor y entusiasta de los coches no sólo era un entendido en el tema diestro al volante, sino que también tenía ciertas nociones de mecánica para poder afrontar cualquier viaje con éxito y no quedarse tirado en al cuneta. Ahora los tiempos han cambiado, no es necesario mancharse las manos, pero sí que deberías poner en práctica una serie de consejos para que tu coche te dure muchos kilómetros.
Uno de los más importantes nos lo ha recordado la DGT a través de su cuenta de Twitter, recomendándonos revisar el nivel de aceite al menos una vez al mes y antes de viajar, pues quedarse sin aceite puede llegar a provocar costosas averías o incluso gripar el motor de nuestro coche.
Descuidar el nivel de aceite puede causar daños graves en el motor y dejarte tirado en el momento más inoportuno.
Así pues, la importancia de revisar periódicamente el nivel se debe a que todos los coches consumen aceite, ya sea en menor o mayor cantidad, debido a las tolerancias entre los diferentes componentes del motor que no son perfectamente estancos y a las altas temperaturas que se dan, considerando como máximo aceptable un litro cada 1.000 km.
Por tanto, aunque los coches más modernos son capaces de medir el nivel desde el propio cuadro de instrumentos, sin olvidar que todos disponen de un manocontacto de presión del aceite que enciende un testigo luminoso cuando el nivel ha bajado en exceso, es totalmente recomendable verificarlo de forma manual.
¿Cómo revisar el nivel del aceite del coche?
Como decíamos, la forma a prueba de errores para revisar el nivel de aceite es a través de la propia varilla. Para ello aparca el coche el coche en una superficie plana y espera unos minutos si el motor está caliente antes de extraer la varilla. A continuación límpiala, vuelve a introducir la varilla y sácala de nuevo: el aceite deberá quedar idealmente entre las marcas de mínimo y máximo, entre las cuales suele haber una diferencia de un litro.
Si el nivel está por debajo de lo debido, o muy próximo al mínimo, rellénalo utilizando un aceite adecuado para tu coche, el cual no siempre es el más caro, sino el que cumple las especificaciones del fabricante. Puedes ayudar de un embudo, y sobre todo, ve vaciando el aceite poco a poco, siendo preferible «quedarse corto» que echar de más, midiendo cuantas meces sea necesario el nivel del mismo para una mayor seguridad hasta que te familiarices.
No obstante, cabe señalar algunas particularidades, como que no todos los coches disponen de la clásica varilla para medir el nivel, siendo esta característica muy común en los de última factura y en los pertenecientes al porfolio de marcas premium, así como que dependiendo del fabricante se recomienda comprobar el nivel con el motor frío o caliente, a temperatura de servicio del aceito o del refrigerante. Esto puedes consultarlo en el manual de usuario, pero si no cuentas con él, revisar el aceite en frío nunca falla.
