Tesla ha sido líder en muchas cosas y es precisamente en 2023 cuando ha comenzado a perder su hegemonía tecnológica. Uno de los aspectos en los que más ha destacado es la seguridad activa pues, desde el lanzamiento del Model S en 2012, normalmente ha contado con más asistentes a la conducción que su competencia. Sin embargo, a la marca norteamericana se le escapaba algo muy importante en esta materia para el que es su modelo de acceso, conocido como Model 3.
Hasta ahora, la berlina mediana de Tesla contaba con un sistema de monitorización del ángulo muerto muy avanzado que mostraba las imágenes que captaban las cámaras laterales del automóvil cuando se activaban los intermitentes. También se indicaban unas líneas rojas a ambos lados de la simulación del coche (y de su entorno) sobre la pantalla del salpicadero en caso de que hubiese otros vehículos cerca, alertando de una posible colisión si se abandonaba el carril en tal circunstancia.
Con todo, el Model 3 no tenía, como ocurre en la mayoría de coches modernos, un indicador visual de ángulo muerto en los espejos retrovisores exteriores, en la zona interior de su carcasa o en los pilares del parabrisas, de manera que fuese mucho más rápido y sencillo detectar peligros y evitar así una maniobra arriesgada. Esto acaba de cambiar con la reciente actualización del producto en cuestión, que como ya hemos comentado en Diariomotor, trasciende lo estético y mejora igualmente en lo funcional.
Esta especie de luz que se enciende cuando los sensores del automóvil detectan un vehículo cerca, pero en un lugar donde queda oculto desde los espejos retrovisores, no es algo novedoso. Casi todas las marcas lo incluyen en su equipo de ADAS y algunas lo hacen ya de serie (como parte de su dotación estándar) a pesar de no ser una ayuda obligatoria para la homologación en Europa. De hecho, se trata de una característica que ciertas firmas “premium” incorporan desde hace más de una década, pues es una solución práctica y barata.
Tesla es conocida por diferenciarse del resto de fabricantes y aprovechar las numerosas cámaras sobre las que se apoya su Autopilot (conducción semiautónoma) alrededor del coche para reemplazar sensores e indicadores que normalmente se encuentran en los modelos de su competencia. Esto también le permite ahorrar costes, aplicar un diseño minimalista y explorar nuevas funciones con creatividad. En este caso, su LED “blind spot” se ubica en la puerta del conductor (sólo en un lado).
Tesla Model 3 
